Capítulo 43

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El ambiente se sentía tranquilo, sereno, perfecto. El caset ya había terminado hace algunos minutos atrás y en la oscuridad de ese modesto cuarto, abrazados en la cama ambos chicos no podían dejar de sonreírse el uno al otro. No era extraño sentir esa emoción en sus estómagos, y el fuerte palpitar en sus corazones, de hecho ya lo habían sentido la primera noche que confesaron sus sentimientos, en su primer beso y la primera vez que intimaron.

―Sigo sin creer que estés aquí. ―dijo Jungkook al castaño y dejó un pequeño beso en su frente.

Taehyung sonrió. ―¿Sabes? Las primeras semanas solía soñar contigo y el convento, quería escaparme contigo.

―Ahora que lo mencionas, yo también soñaba contigo. ―Taehyung abrió sus ojos en sorpresa. ―También quería escaparme.

―Supongo que los dos queríamos volver a estar juntos. ―respondió el castaño, mirando al pelinegro, se sentía más que feliz y llenándose de valentía, dejó de respirar y dijo. ―Quiero ser tuyo Kookie.

―Pero si ya eres mío amor. ―respondió el pelinegro apretando sus brazos alrededor del cuerpo del castaño.

―No me refiero a eso Kookie. ―susurró avergonzado, no quería explicarlo, pero no había otra forma. En un rápido movimiento se montó encima del pelinegro.

―¿Tae? ―cuestionó el pelinegro ante las acciones del castaño.

Taehyung miró desde arriba con las mejillas encendidas y exclamó. ―Yo quiero ser completamente tuyo Kookie, quiero hacerlo contigo.

Jungkook se quedó mudo ante las palabras del castaño, de pronto todos esos sueños húmedos pasaron por su mente ¿realmente lo podía hacer? ¿ya era hora? Así como Jimin había influido en el castaño contándole sus experiencias, en algún punto su amistad con Jin había llegado a esa incómoda conversación.

―¿Kookie? ―llamó Taehyung al ver al pelinegro callado. ―¿No quieres? ―cuestionó echándose encima del cuerpo que tenía debajo con sus manos contra el pecho del pelinegro.

Jungkook miró al castaño fijamente, acarició delicadamente esas mejillas sonrojadas. ―¿Estás seguro de esto? ―Taehyung asintió. ―¿Sabes cómo se hace lo que me estás pidiendo? ―Taehyung volvió a asentir.

―Quiero ser completamente tuyo Kookie.

Jungkook tomó en sus manos el rostro del castaño que tenía encima y unió sus labios en un beso que no era para nada tierno. Movió sus labios en un ritmo duro, introduciendo su lengua para acariciar el paladar del castaño, dejando sin aliento a Taehyung.

―Kookie espera. ―dijo en medio del beso. ―Vamos a necesitar esto. ―agregó y sacó desde uno de los bolsillos de su pantalón, una caja de condones y un pequeño tubo de lubricante, los había comprado en el transcurso antes de llegar a la cafetería, pero no pensó que los llegaría a usar tan pronto.

Yoongi estaba sentado y a su lado estaba un ebrio Jimin, sentado y reposando su cabeza en su hombro, el viento corría con mas fuerza que hace algunas horas, sabía que tenía que irse porque tenía asuntos pendientes, pero no podía dejar al rubio en ese estado.

―¿Te sientes mejor? ―cuestionó moviendo su hombro con la cabeza de Jimin.

Jimin sentía su cuerpo adormecido y su vista no enfocaba bien. ―Estoy lejos de estar bien. ―respondió aun con su cabeza pegada al hombro.

―Ya es hora de irnos, ¿crees que puedes caminar?

Jimin se sentó recto y se levantó. ―Noup. ―respondió y sintió su cuerpo caer hacia un lado, pero unas hábiles manos lo sostuvieron.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora