Capítulo 25

23 1 0
                                    

El concierto fue el evento más exitoso que ese auditorio había visto, al finalizar todos estaban con pañuelos en mano y eran solo un manojo de emociones. Al cantar su última canción los aplausos no se hicieron esperar, todos emocionados por la experiencia sublime que vivieron. 

Cuando el telón se cerró todos en el coro también se aplaudieron a si mismos, todo había salido perfecto. Fray se acercó a los muchachos dirigiéndolos de nuevo al gran camerino donde los abrazó y felicitó. De pronto unos aplausos provenientes de la puerta, hizo que todos voltearan a mirar. 

El señor Arschloch era el que aplaudía y con calma se acercó al coro. ―Estoy realmente contento, superaron por mucho mis expectativas. 

―Muchas gracias señor. ―respondió fray Lorenzo. 

―Quizá no me conozcan, me presentaré y espero no sonar pretensioso. Un gusto con todos yo soy Arschloch su benefactor, pero, debo decir que ustedes dieron más de lo que mi dinero cubrió. 

Todos los chicos se sorprendieron antes la presentación, rápidamente se formaron en una fila y le dedicaron una reverencia. 

―Muchas gracias. ―exclamó Arschloch. ―La cena puede tardar un poco, así que pueden ir a pasear por lo alrededores. 

―Es usted realmente generoso. ―dijo fray.

―No es nada. ―respondió, mirando de reojo a Taehyung. 

Pronto todos se volvieron a cambiar, Jin se apresuró y tomó su cámara para sacar las últimas fotos. 

―Apresúrense, juntos y sonrían. ―dijo Jin a la pareja, que sonreían mientras Jungkook reposaba su brazo en los hombros del castaño. 

Cuando la instantánea salió, Jin se acercó a sus amigos. ―Ahora quiero me tomen una a mí. ―dijo, entregándole la cámara a Jungkook. 

El pelinegro tomó la cámara en manos y enfocó a Jin, sonría y hacía su señal formando la V con sus dedos. Cuando vio que la foto salió por delante de la cámara, se acercó a la pareja. 

―Chicos, necesito su ayuda. ―dijo emocionado. ―Iré a ver a Nam, vive cerca de aquí, solo necesito que me cubran en mi ausencia y retrasen todo lo que puedan al bus, si no llegó para cuando tengamos que partir. 

―¿Estás seguro? ―cuestionó Taehyung. ―Notarán que no estás. 

―No lo harán, están más emocionados por esto. ―respondió Jin. ―Solo inventen algo, como que estoy en el baño o algo así. 

―Pero ¿regresarás verdad? ―dijo Jungkook. 

―No me escaparé, lo prometo. Solo quiero verlo, aunque sea un momento, por favor. ―suplicó. 

Ambos chicos lo miraron y asintieron. 

―Gracias, no saben cuánto los estoy amando ahora mismo. ―dijo Jin, abrazándolos. 

Con prisa y emoción se cambió, tomando la última instantánea salió de los camerinos. Caminó por ese gran hotel hasta llegar a la salida, cuidando que no lo vieran. 

Cuando salió caminó con calma unos metros, y después sus pies comenzaron a correr. Mientras pasaba por esas grandes calles sonría como loco, no podía evitar la emoción en su estómago y todos los escenarios imaginarios sobre su encuentro con Namjoon lo tenían flotando en las nubes. 

Después de diez minutos llegó al edificio. Era temprano así que no necesitaba la llave para entrar, abrió la puerta y subió con apuro al segundo piso, caminó por el corredor hasta quedar al pie de la puerta. 

Por fin estaba ahí, no era un sueño. Respiró profundo y sus nudillos impactaron con la madera, esperando con emoción. Pasaron algunos segundos y la puerta seguía cerrada, volvió a tocar con más fuerza. 

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora