Capítulo 35

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Después de esa noche Jungkook sacó sus conclusiones, sabía que ese chico no era malo y solo estaba siguiendo órdenes de alguien con mayor autoridad, pero esa descripción que escuchó lo mantenía curioso.

Una semana ya había pasado, y con esos siete días lo único que pasó por su mente fueron dos personas, Yoongi y Taehyung. No dejó de pensar en el castaño desde el día en que se reencontraron, el pasar de los días solo hacía que la ansiedad por volverlo a ver aumentara.

Mientras se cambiaba, puso especial atención a su atuendo, peinó sus negros cabellos, por último, colgó su mochila a su espalda y salió con gran emoción hacia la universidad. Después de pasar el umbral de la puerta de su edificio y entrando al parque que tenía en frente recordó la actitud que debía adaptar temporalmente, se sintió triste pensando en la forma que tenía que ignorar al castaño, cuando lo único que quería era abrazarlo, besarlo, hacerle saber que lo había extrañado como un loco.

La emoción no solo embargaba a Jungkook, porque en su gran casa Taehyung acababa de ducharse, se cambió y mientras peinaba sus ondulados cabellos no dejaba de sonreír, quería ya llegar a los salones de clase y verlo, se había contenido toda la semana para no ir a espiarlo esperando a que ese primer día de clases llegara.

Estando impecablemente listo, se aplicó perfume, tomó su mochila y salió hacia la cochera. Prendió su coche y condujo en dirección a la universidad, por el tiempo que se demoró encontrando el atuendo que consideró perfecto estaba contra el reloj.

Cuando entró a la gran universidad estacionó rápidamente su carro, no le importó las miradas de asombro que causó cuando salió de ese auto, con su mochila en la espalda apresuró sus pasos hacia el auditorio donde tendrían una ceremonia de apertura.

Llegando a la puerta del auditorio la ceremonia ya había comenzado y eso lo supo por la voz que se resonaba hasta fuera de lugar, sigilosamente se adentró en la gran sala y le dio una mirada a los asientos en busca de un lugar.

De pronto el señor de traje que estaba en medio del estrado hablando lo miró y sonrió. ―Joven Johannes, pase al frente por favor. ―dijo, haciendo que todos dentro de ese auditorio se enfocaran en Taehyung.

Taehyung sintió los diferentes y curiosos ojos posados sobre él, sus mejillas se tiñeron de rojo y sus manos empezaron a sudar. Tratando de guardar la calma se dirigió hacia el estrado.

―Como comenté este es un alumno estrella dentro de nuestra universidad y es un honor tenerlo dentro de nuestro campus, por favor dedíquenos unas palabras. ―exclamó el señor extendiéndole el micrófono.

Taehyung respiró hondo y tomó el micrófono. ―Es un gran honor estar aquí de vuelta, no considero que sea especial en lo absoluto, pero que te reciban con este tipo de bienvenida es halagador, muchas gracias por sus palabras y deseos que todos tengamos un gran año. ―dijo mirando al público.

Jungkook que estaba dentro de la multitud, miró con asombro y orgullo al chico parado en frente, sabía que se sentía nervioso e incómodo por lo sonrojadas que estaban sus mejillas, pero después de escucharlo hablar delante de todas esas personas, sonrió.

―Pero no es el único estudiante modelo que tenemos este año, por favor demos un fuerte aplauso para al joven Jeon Jungkook. ―exclamó el señor por el micrófono.

Taehyung que se encontraba en el estrado al escuchar el nombre del pelinegro empezó a buscarlo entre todos los presentes de ese auditorio, segundos después sus ojos dieron con el causante de la fuerte emoción que sentía en el pecho.

―Por favor, pase al frente. ―se escuchó en los altavoces.

Jungkook también sintió la mirada de todos los presentes en su caminar hasta el estrado, pero cuando sus ojos se encontraron con los del castaño hizo que cualquier sensación de incomodidad desapareciera y solo el palpitar de su corazón se escuchara tanto así que sentía que los demás lo podían escuchar también.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora