Capítulo 15

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El concierto había terminado, el éxito les había sonreído otra vez. En ese convento solo se respiraba cansancio. Después de que el evento terminara, se dedicaron a limpiar el templo, habría una misa temprano a la mañana siguiente y por más cansados que estuvieran, los deberes eran primero.

Aunque la jornada de ese día fue bastante agotadora, Jungkook y Taehyung no se sentían cansados, en realidad estaban bastante emocionados.

―Entonces ¿puedo dormir en tu cuarto? ―cuestionó el pelinegro.

―Si quieres Kookie, ya sabes que eres bienvenido. ―sonrió.

―Perfecto, me cambiaré y vengo. ―el castaño solo asintió.

Mientras Jungkook se dirigía a su cuarto, cuando fray Pacho lo interceptó antes de que entrara.

―Jungkook, necesito hablar contigo. ―exclamó haciendo que el chico volteará.

―Fray ¿pasa algo?

―No pasa nada hijo, pero quiero que tengamos una reunión mañana.

―¿Reunión? ¿alguna ocasión especial?

―No, es una sorpresa. Mañana a las cuatro, y no te olvides de Taehyung.

―Está bien mañana nosotros lo buscamos.

―Bien, buenas noches Kook. ―con esa última línea el religioso se retiró.

Jungkook terminó su de rutina de noche y se dirigió al cuarto del castaño. Desde las últimas semanas dormir con Taehyung se estaba convirtiendo en un hábito. Desde un principio se sintieron cómodos entre ellos y era una forma de demostrar cuanto se querían.

―Llegaste. ―exclamó el castaño al abrir la puerta.

―Sip, ya estoy aquí. ―respondió adentrándose al cuarto. ―¿Sabes? fray Pacho me dijo que quiere hablar con nosotros.

―¿Hablar? ¿sobre qué? ―cuestionó levantando las mantas de la cama.

Jungkook solo levantó los hombros. ―Dijo que era sorpresa. ―agregó metiéndose a la cama.

―Me da curiosidad, pero conociendo a fray seguro tiene algo en mente. ―dijo el castaño sentado en la cama, estirándose para apagar la lampará que tenía a lado.

―Yo he querido preguntarle, el por qué regresó. ―agregó cubriendo sus cuerpos con las mantas.

―Cierto, ¿recuerdas todas las historias que nos contaba sobre Alemania y que nos llevaría de paseo ahí? ―exclamó el castaño acurrucándose a lado del pelinegro.

―Si, se emocionaba como un niño.

―En fin, mañana quizá nos lo cuente.

Jungkook envolvió en sus brazos el cuerpo del castaño sorprendiéndolo. ―Ya no hablemos más de eso, quiero que hablemos de otra cosa.

―¿Y de qué quieres hablar Kookie?

―Quiero hablar de...

―¿De qué? dime. ―insistió.

―Es que me da vergüenza Tae. ―exclamó apenado.

―No creo que sea tan vergonzoso, solo dilo Kookie.

El pelinegro respiró hondo y soltó. ―Quiero besarte de nuevo. ―dejando al castaño mudo.

Un prolongado silencio se hizo presente.

―¿Tae?

―Me equivoque Kookie, si podía ser muy vergonzoso. ―susurró.

―¿Por qué susurras? ―susurró de vuelta.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora