Capítulo 2

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―Jungkook, ya es hora. ―exclamó con voz dulce mientras tocaba el hombro del pelinegro. ―Despierta Kook. ―insistió, aún acostado a lado de Jungkook, en una pequeña cama que los obligaba a estar un tanto pegados.

Ambos jóvenes habían pasado el tiempo desde la cena en el cuarto del mayor, se entretuvieron hablando, compartiendo ideas, dibujando y cualquier actividad que no fuera cantar. Ambos impacientes, esperando las manecillas del reloj marcarán las doce, dando inicio a un nuevo día, así como la rutina de noche de ambos chicos.

Jungkook abrió los ojos, encontrándose con la dulce sonrisa de Taehyung y sus marrones ojos expectantes. ―Ya desperté. ―exclamó sentándose en la cama. ―Está noche parece que será fría, deberíamos llevar la manta.

Taehyung imitó a Jungkook sentándose en la cama. ―Debería ponerme un par más de calcetines, ¿me prestas unos?

―Tómalos, sabes donde los guardo. ―respondió el pelinegro mientras se levantaba de la cama.

El pelinegro comenzó a doblar el gran cobertor de su cama, mientras que el castaño se colocaba el par de calcetines extra.

―Estoy listo ¿vamos? ―cuestionó el pelinegro.

―Si, vamos.

Ambos se acercaron a la puerta para después girar la perilla, cuando alguien tocó la puerta asustándolos.

―Jungkook. ―llamó la voz fuera de la habitación. ―Jungkook no apagaste tu luz, ¿me escuchas?

Ambos chicos se quedaron perplejos al frente de la puerta.

―Jungkook. ―insistió la voz de fray Dante.

El pelinegro reaccionó respondiendo. ―Ya voy fray

―Taehyung quédate detrás de la puerta. ―susurró. ―Solo abriré la puerta, no dejaré que pase.

El castaño se posiciono sin objetar, para que después la puerta se abriera.

―Perdón por la luz fray, me quede dormido encima de la cama. ―exclamó con un tono de voz más grueso, para simular que estaba dormido.

―Sabes que no somos ricos, necesitamos ahorrar cada centavo, solo te pido que seas más precavido ¿entiendes? ―exclamó irritado.

―Perfectamente fray, no volverá a pasar.

―Eso espero, supongo que ahora si me puedo ir a dormir. ―añadió fray con voz cansada.

―Si, perdón por mantenerlo despierto fray.

―En realidad no es tu culpa, muchacho. Desde hace media semana que estoy haciendo vigilancia por la sala de música.

Los ojos de Taehyung se abrieron en sorpresa, al escuchar el comentario de fray.

―¿Por qué? ―añadió Jungkook disimulando. ―¿Hay algún problema?

―Si, hace poco descubrí que hay alguien que se entra sin permiso a la sala de música y utiliza MI RADIO. ―afirmó, remarcando su propiedad.

―¿De verdad? ―dijo simulando sorpresa. ―¿Ya sabe quién es?

―Por desgracia no, todos estos días he estado vigilando con la esperanza de dar con el culpable. ―bostezó. ―Quizá debería darme por vencido, gracias a ese individuo no he dormido bien.

―Perdón fray, no debería de estar de curioso. Apagaré mi luz. ―dijo, para después presionar el interruptor que estaba a lado de Taehyung. ―Descansé fray, hasta mañana. ―exclamó despidiéndose, y cerrando la puerta.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora