Jungkook estaba decepcionado por como había reaccionado, pero no sabía a que se estaba enfrentando y sin saber que hacer no podía mantenerse cerca de Taehyung, era demasiado peligroso para su castaño.
Pero más allá de eso hecho sintió la imperativa necesidad de protegerlo, lo acababa de recuperar, no permitiría que nadie lo dañará y aunque tenía que mantenerse al margen siempre tendría sus ojos en su castaño.
Pasó caminando por el gran campus, sus pasos eran apresurados así como sus pensamientos en busca de una solución, para cuando se dio cuenta recordó el portafolio que tenía en manos y suspirando fuerte regresó a la oficina donde se reencontró con Taehyung.
Al ingresar seguía distraído.
―Todo parece estar en orden. ―dijo la señora detrás del escritorio. ―Recuerda que las clases comienzan la próxima semana.
Jungkook solo asintió, se levantó de la silla y salió pensante.
Solo dame algo de tiempo Taehyung, solo aguantemos un poco más, necesito saber que es lo que quiere ese tipo, necesito mantenerte a salvo y aunque ahora me muera de ganas por ir detrás de ti, debo ser fuerte por los dos.
Pero escucharte decir Kookie después de tanto tiempo, casi se me sale el corazón ¿cuándo te volviste tan guapo? ¿cuándo te volviste tan seguro? aunque decirte todo eso hace que me quiera golpear a mi mismo, pero por el momento lo necesito tener lejos de mi, porque es otra la persona que debo tener cerca. No desesperes mi ondulado, trataré de encontrar la solución rápido.
Con eso en mente regresó a su pequeño hogar, preparó su almuerzo y salió por segunda vez hacia su trabajo.
―Buenas tardes Mark. ―saludó a su compañero y se adentró a la cocina, para cuando salió vestía una camisa negra acompañada de un delantal del mismo color.
―Jeon ayúdame con la mesa del medio. ―dijo Mark, haciendo que el pelinegro fuera con libreta en mano hasta dicha mesa, donde un rubio con cigarro en manos leía la carta. ―Buenas tardes, ¿qué desea ordenar?
El chico rubio miró con cuidado al pelinegro y exhalando humo respondió. ―Una hamburguesa y dos americanos.
―Bien, en un momento se lo traigo. ―dijo Jungkook y caminó de vuelta a la barra.
Mientras dejaba lista la máquina de café, fue por un momento a la cocina a recoger la hamburguesa, con plato en manos tomó uno de los cafés y fue hacia la mesa para dejar el pedido. Pero al momento de regresar para dejar el segundo café sus ojos se abrieron en sorpresa al encontrar a Yoongi sentado frente al rubio.
―Aquí está su café. ―dijo mirando fijamente a Yoongi. Esperaba que reaccionara de alguna manera, pero Yoongi solo lo ignoró y dio un sorbo al café.
Después de casi media hora ambos chicos de la mesa del medio se fueron, el pelinegro quería confrontarlo, necesitaba saber más sobre ese chico y sus razones. Pero durante todo el tiempo que Yoongi estuvo ahí ni siquiera lo miro.
Cuando terminó su turno salió frustrado, sentía que había dejado pasar una oportunidad muy importante, porque no sabía cuanto tiempo pasaría hasta verlo de nuevo y eso solo significaba más retraso en su búsqueda de una solución. Durante el transcurso de regreso a su casa dejó que el viaje fuera en modo automático y justo cuando empezaba a cruzar el parque sintió un brazo que se posó por sobre sus hombros, haciendo que parara su andar.
―Por lo menos ahora ya no tiemblas como antes. ―dijo Yoongi arrastrando las palabras.
Jungkook sintió ese fuerte aliento, sabía que estaba borracho. ―Deberías ir a tu casa. ―respondió quitando el brazo de sus hombros. ―Te acompañaré, vamos.
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LA LIBERTAD DEL ALMA - Kookv
FanfictionDos adolescentes que se encuentran en un convento, juntos descubren lo que la vida se negó a darles, cariño, familia, y amor. Pero a pesar de convertirse en todo lo que desean el uno del otro, la vida los pondrá a prueba una vez más. Esta historia...