El tiempo es la única constante, porque todos cambiamos, crecemos, maduramos, pero el tiempo sigue siendo el mismo, siempre sereno, preciso y calculador. Para cuando se dieron cuenta, su primera navidad separados había pasado.
Ahora sus realidades eran distintas, Jungkook se había afianzado en la esperanza de una beca que lo llevaría con su amado, mientras Taehyung superó todas las expectativas de sí mismo, ambos explotaron sus potenciales solo con el objetivo de volver a verse. Ninguno de los dos lo sabía, pero ambos caminaban en el mismo sentido, solo querían volverse a encontrar sin importar el tiempo o la forma.
La renuncia no era una opción, y así con esa determinación que se sentía insuficiente en algunos momentos de crisis, el tiempo pasó, minutos, horas, días, semanas, meses y de pronto un año completo.
Diciembre 2011
Taehyung abrió sus ojos a la misma hora 6:30 como todos los días. Miró el alto techo blanco, y sonrió en grande. Porque su corazón lo sentía, palpitaba de emoción al recordar que en una semana su preparación terminaría y por fin después de tanto tiempo podría arreglar todo para volver a su país, pero eso no era la única fuente de su felicidad, porque ese día era muy especial.
Ese treinta de diciembre sería su segundo y último cumpleaños sin Jungkook, de eso se encargaría él.
Se levantó de la gran cama y se fue directo amplio baño, tomó una refrescante ducha y se cambió con el uniforme de su colegio. Cuando estuvo listo, tomó su mochila y bajó las escaleras en dirección a ese gran comedor en busca de su desayuno.
En el camino se encontró con Robert y como era rutina de todas las mañanas lo saludó, mostrando así la confianza que habían desarrollado.
—Buenos días. —exclamó sonriente hacia el elegante señor, que desayunaba mientras se informaba de lo que pasaba en el país por medio de ese gran periódico que sostenía con ambas manos.
—Buen día. —respondió, colocando el periódico a un lado. —Alguien se levantó bastante feliz.
El castaño se sentó, mientras la cocinera que habían contratado desde su llegada le servía el desayuno. —La dicha es mía, en especial en este día que es mi día. —respondió dándole un sorbo a su té.
—Es increíble como el tiempo cambia las cosas, hace un año eras solo un niño asustadizo que saludaba con miedo, pero ahora todos bajan la mirada con solo verte.
Taehyung sonrió. —Se llama evolución. —dijo divertido.
—No creas que no puedo notar esa sonrisa que tratas de ocultar, estás muriéndote de ganas porque esta semana termine.
—Solo estoy cumpliendo los términos de nuestro trato. —respondió llevándose un bocado de su desayuno a la boca.
—Entiendo que me quieras abandonar tan pronto termine tu graduación, pero todo el papeleo será algo complicado, tendrás que ser paciente. —dijo, tomando una llamada que acababa de entrar.
Taehyung continuó comiendo mientras hacia su plan mentalmente. Primero terminar su graduación, conseguir asesoramiento para presentar su solicitud a la Universidad y empezar a buscar un lugar para vivir que sea del agrado de su tío.
—Roberth te recogerá para que vayamos por tu regalo de cumpleaños. —dijo Arschloch, despertando al castaño de sus pensamientos.
—Está bien, pero recuerda que tengo clases de música a las siete y las tutorías con Bogum a las nueve.
—Sí que eres un hombre ocupado.
—Todo muy delicioso como siempre, ahora sí debo irme tío. Nos vemos en la tarde. —agregó saliendo del comedor.
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LA LIBERTAD DEL ALMA - Kookv
FanfictionDos adolescentes que se encuentran en un convento, juntos descubren lo que la vida se negó a darles, cariño, familia, y amor. Pero a pesar de convertirse en todo lo que desean el uno del otro, la vida los pondrá a prueba una vez más. Esta historia...