LA LIBERTAD DEL ALMA - Kookv

Capítulo 51

Yoongi suspiró y desvió su mirada de los ojos de Jimin, la historia de su vida no era algo que lo enorgullecía, nunca le había dado importancia hasta ese momento. Definitivamente Jimin hacía que todas las cosas cobraran un sentido diferente. 

Jimin observó como los ojos de Yoongi se desviaron evitando su mirada, de pronto el ambiente se tornó incómodo, aunque estuvieran a centímetros de distancia, se sentía una gran lejanía entre ellos. 

―No sé como se inicia a contar la historia de tu vida, en realidad nunca antes había pensado contar mi historia a alguien, en especial. ―sonrió y miró de reojo al rubio. ―Porque nadie se había interesado en mí, hasta ahora. 

Jimin guardó una sonrisa para sí mismo ante el comentario. Sin más que agregar Yoongi continuó con la historia o mejor dicho la tragedia de su vida.

<<Hace cinco años todo era diferente, Yoongi era estudiante como cualquier chico de su edad, cuando ese maldito examen vocacional lo cambió todo. Sentados detrás del gran escritorio de ese psicólogo, su padre y madre escuchaban con decepción los resultados que servirían de guía para su futuro. 

―¿Perdón? ¿Cómo dijo? ―exclamó el señor. 

―Su hijo tiene potencial para las habilidades artísticas, podría especializar en cualquier rama del arte, música, cerámica, pintura e incluso ...―la frase no fue completada por la interrupción del padre. 

―No, no, no, aquí debe haber un error, de seguro confundió los resultados de hijo con los de alguien más.

―No hay ningún error señor, estoy completamente seguro de que Yoongi podría ser una gran artista. 

El señor no pudo contener su ira más tiempo, levantándose precipitadamente de la silla exclamó casi gritando. ―Pensé que esta clínica tenía a verdaderos profesionales, pero veo que no es cierto. ―Miró a su esposa e hijo. ―Vámonos de aquí, solo estamos perdiendo el tiempo. 

La señora se levantó y siguió los pasos de su esposo, pero Yoongi que no había pronunciado palabra alguna se quedó sentado en su silla. 

―Yoongi ¿qué haces? Ven ahora mismo. ―dijo el señor malhumorado desde la puerta. 

Yoongi sintió sus mejillas arder, sus manos comenzaron a sudar mientras su corazón latía en un ritmo acelerado. ―Yo quiero estudiar arte papá. ―soltó sin mucha fuerza y con un poco de dificultad. 

―¿Qué? 

Yoongi se levantó y volvió a decir con más fuerza. ―Quiero estudiar arte, papá. ―haciendo una reverencia en señal de respecto. 

El señor se acercó a su hijo haciendo que se volviera a erguir. Sin previo avisó le volteó la cara de una cachetada que resonó en toda la habitación.  La madre del muchacho no quería meterse porque sabía lo agresivo que llegaba a ser su esposo cuando se molestaba. 

El psicólogo al presenciar tal escena se levantó rápidamente y se colocó en medio de padre e hijo. 

―Señor mantenga la calma, o me veré obligado a llamar a seguridad. 

―¿Seguridad? Usted es la causa de que ese. ―señaló a Yoongi que estaba detrás del doctor. ―Tenga esas ideas absurdas de convertirse en un artista. 

―No son absurdas papá, sé que puedo llegar a ser alguien grande. ―comenzó a explicar Yoongi, pero con cada palabra que decía su padre parecía enfurecerse más, y eso lo demostraba por como quería acercarse a Yoongi con intensiones de golpearlo, pero las fuerzas del doctor lo retenían. 

―Señor, cálmese por favor. ―exclamó haciendo fuerza contra el cuerpo contrario para que no llegara al muchacho que tenía detrás. 

La madre quería correr, ir detrás de su hijo, y protegerlo. Pero todos esos años tras el abuso de su esposo habían matado su fuerza, aunque una parte de su mente le dijera que si podía, que debía correr hacia su hijo y llevarlo lejos de su padre, había algo más grande que no le permitía hacer tal cosa. Era una fuerza tan arrasadora que callaba su boca, sus piernas no se movían y sus ojos solo miraban en silencio tal escena desde el umbral de la puerta con lágrimas invisibles en sus ojos, porque a esas alturas no había más lágrimas que derramar.