LA LIBERTAD DEL ALMA - Kookv

Capítulo 13

15 de Julio – Festival (I)

Un mes lleno de clases, canto y ensayos había llegado a su fin. 

Esa mañana desde temprano se arreglaban los preparativos para el festival. Había mucho que hacer, y el movimiento dentro del convento era grande. Chicos corriendo de un lado a otro, monjas ocupadas en la cocina, y padres arreglando el templo.

El protocolo del evento era simple, primero se recibían a todos los invitados en el gran templo. El padre superior era el encargado de comenzar con la bienvenida, iniciando una pequeña descripción de los motivos del concierto para terminar con un agradecimiento por el apoyo brindado.

Finalizada la primera parte, ingresaba el coro, daban una reverencia hacia la gran sala en señal de saludo y continuaban con la formación ya preparada, dando así el inicio al concierto.

El concierto se dividía en dos partes, primero se cantaban tres canciones y se hacía un pequeño recreo. Cómo un gesto de agradecimiento, los invitados recibían un postre y ponche. Después del recreo, el concierto continuaba con sus próximas tres canciones, al finalizar se despedían y así concluía el evento.

―

Taehyung como todos los demás chicos caminaba de un lado a otro. Sus pasos se dirigían al templo, en sus manos cargaba un pesado enrollado de telón rojo, mientras pasaba por el gran corredor, cuando un susurro lo detuvo.

―¿Necesitas ayuda? ―susurró Jungkook detrás del castaño.

Taehyung volteó encontrándose con Jungkook. ―Kookie, no te he visto toda la mañana.

―Si, estaba ayudando en la cocina, te vi pasando y vine a ayudarte. ―exclamó tomando él gran telón.

―Solo hasta antes de ingresar al templo, por favor. ―agregó caminando junto al pelinegro.

Caminando unos cuantos pasos más llegaron a la sacristía, el lugar que conectaba con el templo.

―Gracias Kookie. ―sonrió. ―Ahora si dámelo. ―agregó, pero Jungkook movió el pesado rollo a su lado derecho.

―Primero necesito mi recompensa.

―¿Qué recompensa? deja de jugar Kookie, me van a regañar si no llegó rápido. ―dijo acercándose al pesado rollo.

Jungkook aprovecho la cercanía del castaño, se acercó a su oído y susurró. ―Sabes que no me iré si no me das un beso mi Tae.

Taehyung se quedo perplejo ante lo escuchado, en estos últimos días la grave voz que utilizaba el pelinegro le provocaba una extraña sensación.

―No lo pienses mucho Tae.

―Deja de jugar Kook, vamos tengo que irme. ―dijo tomando el gran rollo de vuelta.

―Supongo que es mi turno. ―agregó para después depositar un dulce beso en la mejilla del castaño y acto seguido sonreír.

Taehyung abrió sus ojos en sorpresa, solo lo miró sin decir nada.

―Nos vemos en el almuerzo. ―exclamó Jungkook dejando al castaño al final del gran corredor.

Taehyung redirigió sus pasos dentro de la sacristía, pasando por esta para llegar así al altar. Al entrar dio una pequeña reverencia al santísimo y dejó el telón en el suelo.

―Taehyung necesito que me ayudes a colocar el telón. ―exclamó fray Dante. ―Primero desdóblalo.

El castaño empezó desdoblando el gran rollo, sus manos se concentraban en desenrollar, pero su mente no se enfocaba.