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La casa era enorme... su fachada blanca mostraba tres plantas, cada planta contaba con una cantidad ingente de ventanas. La puerta de entrada estaba custodiada por dos enormes columnas, también blancas. Toda ella estaba rodeada de arbustos, y plantas de diferentes tipos.

Una vez dentro, nos recibió un hall enorme, más grande que mi peso completo. Las paredes estaban repletas de obras de arte, nunca había visto nada igual. Justo enfrente de la puerta, se veían las escaleras que daban al piso superior, eran unas escaleras que, en su parte superior, se dividían a izquierda y derecha, cada una dirigida a ambos lados de la casa. 'Parece sacada de una película' pensé.

Un camarero nos recibió en la entrada, y nos acompañó al jardín trasero. Éste era casi tan increíble como el interior de la casa. Era tan grande que cabía perfectamente toda la decoración de la boda, el banquete, y la piscina, y aún así, sobraba espacio. Habían instalado un enorme arco blanco, totalmente cubierto con flores blancas, y justo enfrente, bancos de madera de arce, adornados con las mismas flores. El pasillo por el que los novios avanzarían hasta el altar estaba marcado por unos pequeños farolillos, que daban una luz tenue, pero preciosa a la vez. Justo en la otra punta del jardín, había tantas mesas que no pude contarlas, todas decoradas con flor blanca, y los mismos farolillos que había en el pasillo por el que andarían los novios.

- Es todo perfecto - murmuré, tan bajito, que nadie pudo escucharlo.

Estaba tan distraída, observando todo aquello, viendo lo impecable que estaba, lo cuidado que estaba hasta el más mínimo detalle, que no me di cuenta que Jason ya no estaba caminando a mi lado. Se había quedado unos metros atrás, saludando a alguien que yo supuse que serían conocidos. Me paré para mirarlo, esperando que me invitase a unirme a la conversación, él me miró, y como si no me conociese, volvió a su charla.

Estaba tan sorprendida con su comportamiento a lo largo del día de hoy, que no sabía ni que pensar, ni qué decir, así que me dediqué a seguir al camarero hasta los bancos situados frente al altar. Una vez allí, me senté aproximadamente por la mitad, y en lugar de estar pendiente de lo que Jason estaba haciendo, ni de si me estaba prestando atención, saqué el teléfono, y me puse a cotillear las historias de Instagram.

'Quizá Pedro ha subido algo nuevo, y pueda ver si está o no en Los Ángeles'. Me metí en su perfil, y nada nuevo. Suspiré... y casi como si se tratase de un acto reflejo, estaba escribiéndole un mensaje.

'Hola Pedro! ¿Cómo fue tu semana? ☺

Después de toda la semana sin hablar, un pequeño sentimiento de nervios se instaló en mi estómago. 

Me quedé contemplando la pantalla, esperando una respuesta que no llegaba. Era muy probable que siguiese en el avión, o que estuviese ocupado de cualquier otra manera, pero tenía la esperanza de que me contestase rápidamente, cosa que no ocurrió.

Los últimos invitados estaban empezando a llegar y tomar sus asientos. Jason se había sentado a mi lado hacía rato, pero apenas me dirigía la palabra, y por lo tanto, yo a él tampoco. Tomé aire, a modo de reproche, y vi como me miraba de reojo, mientras yo miraba entre los invitados. Había algunas caras conocidas, como Cara Delevingne o Margot Robbie, también había directores, productores, y muchísimas más personas que yo no conocía. 

La ceremonia fue preciosa, los novios estaban perfectos, y todo transcurrió según lo previsto. Yo, a esas alturas, estaba bastante cansada de todo aquello, así que, para ayudarme a pasar mejor la noche, cogí una copa de champagne. 

- Cuidado con lo que bebes, no vayas a liarla - dijo Jason. Algo que me pilló totalmente de imprevisto. No era una persona que solía beber, alguna copa de vez en cuando, en alguna celebración, e incluso cuando bebía, nunca había montando ningún espectáculo.

Till the end of my days. [Pedro Pascal fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora