Nunca antes había estado en Chile. Poder conocer el lugar que le vio nacer, el lugar que él consideraba su casa, era algo muy importante, para los dos. Él estaba muy ilusionado por enseñarme cada rincón, cada lugar importante para él. Y yo amaba verlo así de ilusionado, además que me encantaba conocer aquellos lugares. Aunque no habíamos tenido demasiado para ello.
Habíamos alquilado una pequeña finca cerca del mar, a poco más de una hora de la ciudad. La finca estaba situada en la parte alta de un acantilado. Las vistas desde allí eran las más increíbles que había visto nunca.
- ¿Nerviosa? -. Ana y Lau preguntaron a la vez.
Había sido un largo año de preparativos, pero por fin había llegado el día. Los nervios me comían por dentro. Había planeado todo al milímetro, para que todo el mundo estuviese como, para que todo el mundo disfrutase del día, para que todo saliese a la perfección. Hasta ahora, todo iba bien, pero no podía evitar pensar que cualquier cosa podría torcerse en cualquier momento.
Asentí ante aquella pregunta. Casi toda mi familia había echo el viaje para venir hasta aquí. Jack, y mis compañeros de trabajo tampoco se lo habían querido perder. Algún tío no había podido, o no había querido... Al fin y al cabo, era un gran viaje. Pero estaba agradecida de que todos ellos estuviesen allí para compartir ese día conmigo. Mi madre sería quién me acompañase en cada momento, en casa paso, y no podría ser más feliz de compartir todo esto con ella.
- Estás increíble -. Me sonrojé, pero lo cierto era que yo también me veía increíble - En cuanto te vea solo va a pensar en arrancarte ese vestido... -. Lau rio a carcajadas, contagiando su risa a Ana.
Llevaba un vestido blanco impoluto. El escote con forma de corazón, realzaba mi pecho de forma sutil. La parte superior estaba adornada con encaje, creando un patrón floral. Era un vestido sin mangas, cuyos bordes estaban rematados con encaje delicado. Se ajustaba a mi cintura, resaltando mi figura. Desde la cintura, la falda cae en cascada suavemente hasta el suelo, dando paso a una larga cola que avanzaba detrás de mi al caminar.
Estábamos a principios de Febrero, y en Chile disfrutábamos de un calor muy acogedor. Todo estaba preparado en el jardín. Las vistas desde allí eran las mejores de toda la casa... Se podían ver a la perfección los acantilados, el mar de fondo chocando contra las rocas, las pocas nubes que cubrían el cielo azul que nos acompañaba ese día...
La hora casi había llegado. Mi estado de nervios aumentaba conforme los minutos pasaban.
Me acerqué a uno de los ventanales, donde pude ver mi reflejo. Y a pesar de lo agitada que estaba, por fuera me veía tranquila, segura. Era un gran paso, para los dos, pero estaba segura de que era lo correcto. Nunca había amado a nadie como lo amaba a él, nunca nadie me había echo sentir como él...
- ¿Todo bien? -. Mi madre no se había separado de mi en todo lo que llevábamos de día. Hasta ahora, todo habían sido risas, un poco de champán por aquí, un poco por allá, bromas de mis amigas, mi familia descubriendo todo aquello... Pero ahora mi rostro había cambiado ligeramente, con tonos de melancolía dejándose ver.
- Si -. Afirmé - ¿Sabes? No me importaría terminar viviendo en un sitio como este... -.
Mi madre suspiró. Ella sabía desde el momento que dije que iba a cruzar el charco que no volvería a casa. Ella lo sabía aunque yo no era consciente de ello.
Puso una de sus manos en mi hombro, y con una sonrisa sincera, me tranquilizó.
- Lo se... Mientras seas feliz, no importa donde estés, yo también seré feliz -. Y sin poder evitarlo, comencé a llorar. Me giré, y la abracé.
- Pedro es lo que me hace feliz, no me importa el lugar -.
Era más que sabido que las bodas suelen ser un lugar en el que las lágrimas hacen acto de presencia, pero no contaba con empezar tan pronto. Mi madre también había dejado caer alguna lágrima, aunque estaba luchando por evitar que yo lo viese.
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Till the end of my days. [Pedro Pascal fanfic]
FanfictionHola a tod@s! La verdad es que llevo un tiempo buscando leer algo de nuestro querido Pedro, y no he encontrado tanto como a mí me gustaría, así que aquí traigo mi granito de arena... Espero lo disfruten! Aila cambia de ciudad por amor. Ella, solo bu...