Till the end of my days. [Pedro Pascal fanfic]

26

- ¡Joder! -. Había perdido la noción del tiempo.

- ¿Qué ocurre? -. Tenía el pelo alborotado, y se le veía relajado, feliz. Pero verme alterada así, de repente, le pilló por sorpresa.

- La cena de Nochevieja... Mi familia me va a matar -. Debería haber llegado a casa de mis tíos hacía horas, y allí estaba. No es que prefiriese estar en otro sitio, al contrario, no había lugar en el que prefiriese estar, salvo allí, en sus brazos. Pero se lo había prometido a mi madre, había prometido pasar en familia todas las Navidades, y tenía que cumplirlo, aunque fuese después de las doce, mejor tarde que nunca.. ¿no?.

Me levanté rápidamente y busqué entre la ropa, toda tirada por el suelo. Encontré mi teléfono tirado entre los pantalones de Pedro.

- Mierda, mierda, mierda -. Él se levantó detrás mía, parecía encontrar la situación divertida. Se dedicó a seguirme con la mirada mientras yo dejaba el salón más o menos recogido. - Tengo mil llamadas y mensajes de mi madre... Vas a tener que desplegar todos tus encantos para que no quiera arrancarme la cabeza -. Dije irónicamente, a lo que Pedro respondió con cara de asombro.

Sus ojos se abrieron de par en par, y vi como su cuerpo se tensó ligeramente. Su expresión juguetona había desaparecido.

- ¿Yo?... ¿Quieres que conozca a tu familia? -.

- Claro... ¿Dónde vas a ir si no? -. Había asumido que pasaríamos toda la noche juntos, y en ese momento me di cuenta de que debería haber preguntado primero. 

- Yo había pensado en ir al hotel... -. No dejé que siguiese hablando.

- No voy a dejarte pasar la Nochevieja solo. Pero no te preocupes por nada, nadie sabe nada de lo que hay entre nosotros, solo mi madre, y estoy segura de que ella no dirá nada, no delante de los demás al menos. Vamos, yo te presento como mi amigo, que está de paso por Madrid, y listo. Además, eres encantador, seguro que te los ganas a todos rápidamente -. Intenté quitar algo de hierro a toda esta situación, aunque por su expresión, no estaba demasiado convencido de mi idea.

- Aila... No quiero que me presentes como tu amigo, no se que somos, solo se que quiero ser algo más que eso...-. Mientras hablaba, mantuvo la cabeza gacha, como si se sintiese inseguro, vulnerable - Es solo que yo no soy una persona de relaciones. Si, he tenido varias  en el pasado que no han funcionado, lo cual ha sido difícil para mí. No estaba buscando una nueva relación en este momento, pero siento que esta vez es diferente. No quiero cometer los mismos errores del pasado y arruinar esta oportunidad. Esta vez quiero tomármelo con calma... No se si esto será para siempre, pero espero que dure tanto tiempo como tú desees, sólo quiero que seas mía mientras tu desees serlo.

Me acerqué a él y agarré puse mi mano en su mejilla, haciendo que me mirase directamente a los ojos. Yo tenía un nudo en el estómago, pero no eran nervios, era felicidad... 

- Pedro... -. Me acerqué a sus labios, dejando unos milímetros de separación entre ambos - Soy tuya desde el día te vi, desde la primera mirada, desde la primera sonrisa... Y lo seré hasta el final de mis días -. Y me besó con una necesidad evidente, como si ese momento hubiera sido algo que anhelaba, como si una parte de su ser hubiera encontrado la pieza que le faltaba.

- ¿Seguro que no podemos quedarnos aquí? -. 

- Mmmm.... No me tientes -. Sabía que efecto provocaba en mi, sabía que me resultaba casi imposible resistirme a su sonrisa, al contacto de su piel, y le gustaba jugar con ello - Además, como te he dicho, necesito de tus encantos, seguro que cuando te vean, se les va a olvidar que he empezado mi año nuevo sin ellos -. Aunque he de admitir que no podía pensar en una mejor manera de empezar el año que la que había tenido.