Llegué a casa y Odie me recibió como siempre. La puerta de enfrente, donde vive Jack, estaba entreabierta.
"Debe haber llegado justo ahora de su viaje"
Llamé ligeramente y entré, como si fuese mi casa.
- ¡Ey! ¡Pasa, pasa! - Gritó desde el fondo de la habitación - Perdona por el desorden, pero acabo de llegar, y no me ha dado tiempo a guardar el equipaje. ¿Qué tal? ¿Cómo han ido estas dos semanas sin mi? -.
- Sobreviviendo, ya sabes que la vida sin ti no tiene sentido - Bromeé. Enseguida dejó lo que estaba haciendo y vino a abrazarme. Realmente le había echado de menos.
- Bueno, cuéntame, ¿Qué me he perdido por aquí? -.
- Si te lo cuento, te pincho y no sangras... -. Mi respuesta le provocó una carcajada que no pudo ni quiso esconder.
- Venga, ya se que eres la reina del drama, pero vamos, sorpréndeme -.
Le puse al día de todo. Le conté lo de Jason, y por supuesto, le conté lo de Pedro, ésto último con todo detalle.
- Cómo eres... Entonces, ¿Cuál te gusta más? - Dijo, mirándome expectante.
- Para empezar, con Pedro no tengo nada, ni le gusto, ni nada por el estilo... - Intenté irme por las ramas, para no contestar a esa pregunta.
- Vamos, se sincera... Esa respuesta no me sirve - Jack, siempre tan insistente.
- Está bien... - Suspiré. Sabía perfectamente la respuesta, ya se lo había reconocido a Mery, pero eso no dejaba en muy buen lugar mi "relación" con Jason. - Siendo sincera... Lo sabes perfectamente, sabes que Pedro siempre me ha gustado mucho, me pone muchísimo, y encima es un hombre encantador, sensible, divertido... - Admití.
- Vamos, que es tu hombre perfecto... ¿Y qué haces? ¡Ves a por él! -.
- ¿Cómo? ¿Te has vuelto loco? - Era incapaz de intentar nada, sabía que él no se sentía atraído por mi de ninguna manera, por mucho que ellos me dijesen, y no quería crear incomodidad entre ambos por un calentón.
- ¿Qué? - Contestó Jack, encogiéndose de hombros - Por lo que me has contado, estoy seguro que no te rechazaría.
Jack siguió insistiendo durante largo rato, pero ante mi negativa constante, finalmente se rindió. Aunque he de decir que tanta insistencia hizo que en mi cabeza comenzase a aparecer la idea de qué pasaría si me insinuase.
"¿Y si me sigue el juego? ¿Y si Jack y Mery llevaban razón?"
No podía evitar que ciertas preguntas se agolpasen en mi cabeza, pero sabía que no sería capaz de dar el paso, pues en caso de una negativa por su parte, sería demasiado embarazoso para mí, y no quería pasar por un momento así, no delante de Pedro.
Llegó la mañana siguiente, y me levanté con mucha energía y antes de lo normal, sabía lo que me esperaba a medio día, y estaba ansiosa. Me acerqué a la playa con Odie, amaba el mar, y ver el amanecer desde allí siempre me daba paz. Volví a casa, desayuné, y me vestí para ir al trabajo, como siempre, vaqueros, camisa y zapatillas. Al llegar Mery me recibió con con una enorme sonrisa, como solía hacer siempre.
El trabajo se acumulaba, pero esperaba sacar un rato a la misma hora de siempre, si no, se que Mery podría cubrirme, aunque solo fuesen 10 minutos.
Llegó la hora, dejé todo el material con este estaba trabajando recogido, y me disponía a salir por la puerta, cuando mi jefe entró.
- Aila, necesito verte en mi despacho -.
¿En serio?... ¿No había otro momento?- ¿Ahora mismo? - Contesté, esperando que me diese un poco de tregua - Me disponía a bajar a por un café -.
- Ahora mismo, tengo que hablar de los nuevos resultados antes de mi reunión de la una -.
La sonrisa que se había establecido en mi cara durante toda la mañana desapareció de golpe. No quería que él sintiese que le había plantado.
Durante la reunión mi cabeza sólo pensaba en él, en si habría ido, si me habría esperado, y sobre todo, en las ganas que tenía de verle, ya no solo por lo increíblemente guapo que es, si no porque su forma de ser me estaba atrapando. Sé que solo habían sido un par de días, pero no podía evitar sentirme de ese modo, y la verdad es que me gustaba este sentimiento.
La reunión terminó, era más de la una del mediodía. Salí del despacho rápidamente, y sin pasar por el laboratorio, bajé directa a la primera planta, sabía que no estaría allí, que era demasiado tarde, pero tenía que intentarlo.
Llegué, y tal y cómo me temía, allí ya no había nadie. El sentimiento de desilusión se apoderó de mí, y era más fuerte de lo que yo pensaba. Cogí mi café, y volví al trabajo.
"Espero que mañana aparezca"
Era lo que pensaba. El día continuó como siempre, pero cuando me metí en la cama, me resultaba imposible conciliar el sueño, los nervios se me habían agarrado al estómago, y mis ganas de volver a verle eran imposibles de controlar.Finalmente conseguí quedarme dormida. Fueron un par de horas antes de que volviese a sonar el despertador, por lo que esa mañana el corrector tuvo que apañar mis ojeras. Llegué al trabajo impaciente porque llegase la hora de siempre. Esa mañana fui la primera en llegar, y estaba tan centrada en lo que estaba haciendo que no presté atención al resto. Me puse una alarma, pues sabía que si estaba demasiado concentrada, perdería la noción del tiempo, y no estaba dispuesta a eso.
- Bajo a por café - Dije en voz alta, cuando la alarma por fin sonó. Mery estaba al final de la sala, y se asomó al escucharme.
- Vale, en cuanto subas necesito que me ayudes - Dijo, acercándose hasta donde yo estaba.
- No se lo que tardaré - Contesté, con una mirada pícara, dando a entender mis intenciones.
- Oh... ¿No te has enterado? -.
- ¿Enterarme? ¿De qué? ¿Qué ha pasado? - Pregunté extrañada.
- Ya se han marchado. Al final han acabado de rodar antes de lo previsto, y se marcharon ayer por la tarde, pensé que lo sabrías... - Su voz sonó más baja de lo normal.
- No... Esta mañana al llegar no me fijé, ya sabes que cuando me dirijo a algún sitio, no me entero de lo que pasa a mi alrededor. Pero bueno, no pasa nada, bajo a por un café y vuelvo enseguida - Quise quitarle hierro al asunto, así que fingí una sonrisa, y salí por la puerta, pero no pude evitar sentir una pequeña punzada de tristeza. Sabía que nunca pasaría nada entre nosotros, pero realmente disfrutaba de su compañía.
Estaba sacando mi café, pensado en todo lo que había pasado estos días, y dándole vueltas al echo de que debería estar feliz, había conocido a uno de mis actores favoritos, y me había echo sentir como si nos conociéramos de toda la vida, y había sido maravilloso.
Estaba tan abstraída en mis pensamientos que no me percaté que mi teléfono vibró. Cogí mi café, y como de manera automática, saqué mi teléfono, tenía varios mensajes, de Jack, de Lau y Ana, mi madre... Nada fuera de lo normal. Pero algo me llamó la atención, tenía un mensaje de un número desconocido. Mi curiosidad me hizo ver ese mensaje en primer lugar.
'La hora del café no es lo mismo sin ti'.
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Till the end of my days. [Pedro Pascal fanfic]
FanficHola a tod@s! La verdad es que llevo un tiempo buscando leer algo de nuestro querido Pedro, y no he encontrado tanto como a mí me gustaría, así que aquí traigo mi granito de arena... Espero lo disfruten! Aila cambia de ciudad por amor. Ella, solo bu...