Till the end of my days. [Pedro Pascal fanfic]

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No pegué ojo en toda la noche, la verdad era que estaba muy emocionada por la cena del Viernes. Probablemente me estaba haciendo demasiadas ilusiones, y no pasaría nada, pero no podía parar de imaginarme mil situaciones en mi cabeza, y todas y cada una de ellas eran perfectas.

Pero primero, tenía que volver a poner mi vida en orden... Había evitado hablar a Jason, y no había recibido ninguna llamada ni ningún mensaje de él, lo cual, era bastante comprensible, dada la situación con la que se encontró el Sábado, pero aún así, estaba un poco asustada por lo que me pudiese decir. Lo último que quería era hacerle daño, y posiblemente, ya era tarde, pero aún así, de mañana no pasaría que hablase con él, y aclarase todo.

Los primeros rayos de sol entraron por mi ventana, yo me levanté, desayuné y me vestí, y antes de ir al trabajo, di un pequeño paseo a Odie. La mañana en el trabajo transcurrió como cualquier otra. Mientras trabajaba, tenía la mente ocupada, no pensaba en qué iba a decirle a Jason, tampoco quería pensarlo, simplemente, sería sincera, y espero que lo pueda llegar a entender.

Llegué a casa, y mientras comía, mi teléfono vibró. Era Pedro.

Espero que hayas pasado una buena mañana en el trabajo. Deseando que llegue el Viernes...😘 

Y solo con un simple mensaje, mi sonrisa ya no se separaba de mi boca.

Una mañana perfecta. ¿Alguna petición en especial?

Habría sido más fácil ir a un restaurante, pero me apetecía cocinar para él. Mi madre siempre decía que a las personas se las conquista por el estómago. Pero... ¿Qué cocinar?.

Algo si que se me ocurre 😏 

Sabía que me dirías eso, pero... de cena...?

Cualquier cosa que tu cocines, estará deliciosa

Era tan mono...

Terminé de comer, y junto con Odie, me dirigí a la playa. El mar siempre me traía  paz y tranquilidad, todo parecía más fácil allí.

Una vez llegué, tomé aire, respiré profundo, y saqué el teléfono del bolsillo. Busqué el número de Jason, y lo miré durante unos segundos... Necesitaba mentalizarme un poco antes de realizar aquella llamada.

Finalmente, le llamé. Nada. Nadie respondió al teléfono. La verdad, me lo esperaba, seguramente se sintiese demasiado dolido como para querer hablar conmigo, pero yo no podía dejar las cosas así, además, tiene las llaves de mi piso...

Caminé durante largo rato, sintiendo el aire frío en la cara. Aquel día el sol parecía no querer dejarse ver. Volví a sacar el teléfono, y volví a llamar. La misma respuesta, nada. Pero esta vez, conforme colgaba, recibí un mensaje, y era de Jason.

Deja de llamarme, no quiero hablar contigo.

Realmente le entendía, y quizá era egoísta por mi parte, pero necesitaba hablar con él. 

Jason, siento lo que pasó el Sábado, pero sabes que tenemos que hablar.

No iba a darme por vencida tan fácilmente.

Como te he dicho, no quiero hablar contigo.

Lo entiendo, pero sabes que esto no puede quedar así... Dame 5 minutos, no pido más.