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Estaba claro, aquel no era mi día.

Traté de salir detrás de él, dejando a Pedro en aquel pasillo, pero las últimas copas se me estaban subiendo demasiado, y no podía ir demasiado deprisa, si no quería perder el equilibrio y terminar en el suelo.

- ¡JASON! - grité, viendo como giraba por uno de los pasillos de aquella enorme casa, mientras me miraba, con ira en los ojos.

Él caminaba mucho más rápido que yo, por lo que cuando llegué al hall, pude ver a través de la puerta abierta que daba a la calle que él ya se encontraba fuera, recogiendo el coche. Salí a la calle, pero todo lo que quedaba de Jason allí era el sonido de su coche alejándose, dejándome allí, tirada. Se que la culpa era mía, había estado a punto de besarme con Pedro, en sus narices, en la fiesta de sus amigos. Se que la había cagado, pero por otro lado, él no me había prestado atención en todo el día, al contrario, me había tratado de un modo que yo no merecía.

- ¡JODER! - exclamé - ¡Mis llaves!-.

Y, para rematar la noche, había dejado las llaves de mi piso en el coche, pues no las necesitaría durante la fiesta, por lo que decidí no llenar el bolso con cosas innecesarias. Y claro, jamás habría pensado que algo así podría pasar. Así que Jason y mis llaves se habían marchado, y yo me había quedado allí, sola y borracha.

Me senté en los escalones de la entrada, me quité los zapatos y suspiré. El cielo estaba claro, no había ni una sola nube, no se podían ver las estrellas desde allí, debido a la contaminación lumínica, pero las imaginé. 

La noche estaba cada vez más avanzada, y a pesar de que había echo un día casi primaveral, a pesar de encontrarnos en invierno, el frío comenzaba a aparecer, por lo que saqué mi teléfono del bolso.

Como si fuese de forma automática, entré a mis mensajes, y pude ver que la primera persona que me aparecía era él, Pedro... Volví a suspirar... ¿Realmente estaba arrepentida de lo que había estado a punto de pasar? No estaba del todo segura. Sabía que me apetecía, pero no sabía si echarle la culpa al alcohol.

Intenté llamar a un taxi para volver a casa, aunque era una tarea más complicada de lo que parecía, pues las letras se me juntaban o se me emborronaban. 'Demasiado alcohol' era lo único que pensaba en aquel momento, cuando una voz resonó detrás de mi.

- ¿Necesitas ayuda? - Me giré, y allí estaba él, arrebatadoramente guapo, apoyando su hombro en la puerta, con los brazos cruzados, y sonriéndome. Sabía perfectamente la reacción que esa sonrisa había provocado en mi aquella noche.

- Creo que tu tendrías el mismo problema que yo - Dije, echándome a reír. A pesar de la situación, de todo lo que me había pasado, no tenía sensación de tristeza. 'Veremos a ver mañana...' 

- Bueno, siempre puede llevarte a casa mi chófer - Dijo guiñándome un ojo.

- No creo que sea buena idea... - 

- Hablando en serio - dijo - No voy a dejar que vayas sola a casa en ese estado, si pides un taxi, yo voy contigo. Pero es mejor que yo te lleve, más cómodo, y más exclusivo -. Estaba jugando, le gustaba, y yo no pude evitar seguirle el juego.

- Como usted guste, señor Pascal, dejaré que sea todo un caballero y me lleve a casa... Eso sí, cada uno sentado en una punta -. Fingió sorpresa, pero asintió con la cabeza. Entró a buscar a uno de los empleados, y en cuestión de minutos, un Audi negro apareció en la puerta de la casa. No nos despedimos de nadie, simplemente, nos metimos en el coche. 

Yo, tal y como había dicho, me senté detrás, en un el asiento derecho, junto a la puerta. Pedro, en cambio, se sentó en el centro, justo a mi lado.

- Es por tu seguridad - Bromeó.

Till the end of my days. [Pedro Pascal fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora