Akame corría con toda velocidad a su pueblo natal, necesitaba con urgencia revisar si lo que le habían dicho era cierto: si Orochimaru había encontrado el cuerpo de su padre.¿Eso no podría ser posible? ¿O sí?
Sí, quería seguir buscando a su amigo; sin embargo, una de las últimas peticiones de su padre fue que por nada del mundo otras personas encontraran su cuerpo. No es que su amigo no le importase, confiaba en Boruto y sabía que él sería quien lo traería de vuelta.
Además, tu adn dice que su compatibilidad es del 100%.
Sacudió la cabeza pensando en que fuera mentira. No sabía si confiar en aquel hombre, o si simplemente todo era para no ayudar en la búsqueda de Mitsuki: aunque, si fuera por lo último ¿el mayor cómo habría obtenido esa información? ¿O era una casualidad? Daba lo mismo, el cuerpo de su padre no debía ser encontrado, menos si se trataba de su hermano, era preferente que lo encontrasen personas externas a su familia. No sabía dónde había huido su hermano; pero, la intuición era el sexto sentido de Akame, sospechaba que no se encontraba metido en cosas buenas, porque muerto aseguraba que no estaba.
Su destino era lejos, y ya llevaba corriendo por más de cinco horas continuas. No sentía el cansancio, quería estar ahí y lo más rápido posible. Respiraba rápido, eso se notaba cada vez más cuando los minutos pasaban; sin embargo, la desesperación no le permitía detenerse.
𖣘𖣘𖣘
Mientras tanto, al despacho del Hokage le llegó la sorpresa de que Akame había salido junto con el rubio y la otra Uchiha. Al mismo tiempo que se descubrió que esta tomó un camino distinto al de sus compañeros, pues el equipo de Moegi no la vio cuando se encontraron con los dos miembros del equipo 7.
—Dejó un clon, supongo que se cansó o bajó la guardia —expuso Kakashi.
—¿Y si se está revelando lo que realmente es? Una "traidora" —cuestionó el Nara haciendo énfasis en la última palabra.
—No. Debe haber un motivo, ella no se hubiera ido porque sí y además Boruto no se lo hubiese permitido si se iba de la nada —argumentó el de cabellos plateados.
—Quizás Orochimaru sepa algo —susurró pensativa la jounin—. Ella ya no estaba cuando mi equipo y yo llegamos.
—Podemos hablarle y pedirle si tiene una información, necesitamos saber el paradero de Akame.
—Shikamaru, manda a llamarlo —ordenó Naruto—. Kakashi, vete preparando por si se debe ir a buscarla.
Antes de salir el Nara, la puerta fue abierta de un golpe, se trataba de Tsunade. Con el ceño fruncido llegó a posicionarse frente al rubio, quien la miró confundido.
—¿Cómo que la Uchiha se ha ido?
—Abuela Tsunade —nombró el Uzumaki sorprendido—. Eh, no, no es así.
—¿Cómo explicas lo que escuché? Y encima estuvo con Orochimaru.
—Tsunade-sama, sabemos que él no es de su agrado, pero aún no lo hemos confirmado, hablaremos con él para confirmar o eliminar la suposición.
—¿Suposición? ¿De qué hablas, Kakashi?
—Es muy probable que Akame no haya llegado, no está con el resto de los chicos.
—Tsk.
—Si me permiten, iré a realizar la llamada —anunció el moreno saliendo de la oficina.
Un silencio incómodo se apoderó del cuarto los siguientes minutos. Impacientes estaban las tres personas, esperando la respuesta a la llamada. El Hokage se estresaba cada vez más cuando pensaba en todos los problemas que le habían llegado; Kakashi quería salir de inmediato a buscar a su hija; Tsunade deseaba que todo se solucionara o que su ex compañero Sannin no estuviera involucrado; y Moegi decidió irse al verse en un ambiente muy tenso.
La puerta comenzó a abrirse, detrás de esta con el consejero, había terminado la llamada. Su expresión denotaba confusión, contando que entró con un largo suspiro.
—No estoy muy seguro, probablemente es una mentira —comenzó hablando—. Tal parece que Orochimaru ha encontrado el padre de Akame.
Los tres quedaron impactados, de todo era lo que menos esperaban.
—¿Te dijo quién es? —cuestionó la rubia.
—No me quiso decir, intenté muchas maneras para sacarle la información, y en ninguna me dio una pista.
El rokudaime, quien se había sentado, colocó sus codos en sus rodillas poniendo su mano derecha sobre su cara y la izquierda libre, pensaba qué hacer; 1, no quería que la Uchiha estuviera sola; 2, necesitaba saber de quien se trataba aquel hombre.
—Ya le avisé a Sasuke —comentó—. Kakashi, es recomendable que tú vayas en busca de Akame, va para su pueblo natal. En unos momentos llegará el mapa de dónde ella proviene, que no haga nada.
—Kakashi, vete preparando, esta es tu misión fuera del rol como su padre —ordenó, el otro asintió y se levantó.
—Shikamaru, ¿cómo él sabe dónde viene Akame? —preguntó el Hatake.
—Al parecer, fue una coincidencia que hayan encontrado el cadaver. La misma Akame dijo que lo había enterrado ahí, esa es la única información que conseguí.
—De acuerdo, regreso en breve —anuncio directo a la puerta, puerta que se volvió a abrir esta vez por otro jounin.
—Oh, ¿qué haces aquí, Yurito? —escuchó el peli plata a lo lejos, pues ya había salido del despacho.
𖣘𖣘𖣘
Los minutos pasaron, y con estos llegó cómo ir al lugar de origen de la azabache. El sexto Hokage llegaría en al menos un día si tomaba dos trenes, más un camino a pie que le llevaría por lo menos siete horas.
Emprendió el viaje, no iba solo, era acompañado por un escuadrón ANBU distinto al que se había encargado de "vigilar" a la menor. El único objetivo de esa misión era traer de regreso a la Uchiha para interrogarla luego de tener ya en Konohagakure al cuerpo de su misterioso padre; existía la posibilidad que escapara y era lo menos conveniente para la aldea.
Por el lado de Sasuke fue la tan rara y esperada carta donde se le indicaba investigar sobre la pista al árbol genealógico con el de la ojos ónix. Fue una relajación estar a un paso más de saber.
En el otro capítulo no dejaré un texto adicional al de la historia, por lo que una vez anuncio que mañana será el último capítulo hasta el otro sábado.Me emociona esta parte de la historia, ya quiero reescribir el capítulo de mañana
Ahhhhh
1...
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Su hija| La última Uchiha nacida
FanfictionLa vida es sencilla; todos los que nacemos estamos destinados al mismo camino: La muerte. Las personas solemos estar en cambios constantes, en los que entramos en distintas etapas y vamos cambiando según las circunstancias. A tan sólo doce años...