18| Días soleados

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Datos personales:

Nombre: Uchiha Akame.
Padres: Uchiha Shisui, Yui.
Hermanos: Uchiha Shigeru.
Habilidades: Sharingan tres aspas, Mangekyou Sharingan.
Cumpleaños: 6 de junio.



Los rayos del sol y el sonido de los pájaros, despertaron a una familia de dos integrantes: padre e hija, bueno, el primero ya estaba despierto y esperando a su pequeña niña para el almuerzo

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Los rayos del sol y el sonido de los pájaros, despertaron a una familia de dos integrantes: padre e hija, bueno, el primero ya estaba despierto y esperando a su pequeña niña para el almuerzo.

No vivían en una casa, ni en una cabaña o en un departamento, sino que variaba de pueblo a pueblo. Después del fallecimiento de Yui, los Uchihas habían escapado del pueblo en el que nacieron los dos menores, para su protección. Por lo que siempre contaban con una casa de acampar, donde dormían ambos, esto si en los lugares que visitaban no tenían un hostal o era de noche y les faltaba por llegar a su destino.

Luego de que un miembro más de la familia los haya dejado, solo quedaban padre e hija, solo eran ellos dos y se tenían para ellos.

—¡Aka! —gritó el mayor—. ¡El almuerzo ya está listo!

Una somnolienta azabache salió de la casa de acampar, apareciendo con un gran bostezo en su boca.

—Papá, aún es muy temprano —se quejó la menor.

El otro rió a carcajadas. Su hija parecía que había peleado con una gallina o cualquier otro animal de ese tipo, pues sus cabellos estaban todos alborotados al igual que su ropa.

—Cielo, son como las 11 a.m. —respondió parando de reír.

—No entiendo porque tu risa —musitó haciendo un puchero.

—¿Ya te viste? Pareces un espantapájaros.

—¡¡¡Papá!!!

—Así te levantas todos los días, solo que ahora un poco más —comentó sonriendo.

—Hmp.

—Ya, vente. Tienes que desayunar, he hecho sopa de miso, tu favorito —anunció sirviendo.

La Uchiha olvidó la burla de su padre, cambiando su rostro molesto a uno de felicidad y antojo. Se sentaron sobre un tronco de madera, listos para comer.

Shisui era el cocinero desde se había casado, y no dudaba en prepararle el platillo favorito a sus hijos, razón por la que siempre contaban con unos cuatro no muy grandes trastes, pues llevar más era un problema para moverse.

—Gracias —expresó gratificada la de ojos ónix mientras le daba una probada—. Está muy rico —halagó sin dejar de comer.

—Me alegra que te guste —respondió también probando su comida—. Cuando termines tu desayuno, me ayudas a empacar las cosas, ahora iremos a un pueblo, cerca de aquí.

—Sí.

El mayor de los Uchiha miró encantado a su sueño, la amaba con toda el alma, y hacía todo lo que estuviera a su alcance y daba todo de sí mismo para que a ella no le faltara nada, mucho menos sufriera. El hecho de que uno de sus hijos heredara la maldición de su clan le pesaba internamente, y aunque intentó de todo, no consiguió que este no siguiera malos pasos; lo único que lo lograba tranquilizar al menos un poco, era su hija. Aquella niña convertía los días nublados en días soleados.

Su hija| La última Uchiha nacidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora