La vida es sencilla; todos los que nacemos estamos destinados al mismo camino: La muerte.
Las personas solemos estar en cambios constantes, en los que entramos en distintas etapas y vamos cambiando según las circunstancias.
A tan sólo doce años...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Ayuda a los civiles —ordenó dejándola en las gradas.
Sarada estaba demasiado anonada al ver cómo la chica que le llevaba cayendo mal por bastante tiempo poseía el sharingan, incrementando considerablemente su envidia.
Por otro lado, la menor de los Uchiha regresó al campo de batalla, lista para dar todo de sí; sin importar el poco chakra que le quedaba por haber roto el sello; se posicionó lista para pelear.
—¿Cómo fue que llegaste aquí? Da igual, eres solo una niña —habló el más pequeño de los dos sin notar mucho su apariencia.
—¿Aka-chan? —preguntó un Boruto extrañado al notar sus ojos.
Al menor no le importó en ese momento y comenzó a lanzar jutsus con la misma herramienta ninja utilizada para su examen.
—Boruto, ¡deténte! —gritó desesperada. Sabía que el ninjutsu no funcionaba con él, puesto que todo jutsu que se intentara sería "comido" por la mano donde portaba un rinnegan rojo.
—¿Ah? —giró a verla, y por distracción recibió un golpe.
—Tu amiga es más lista —sonrió al verlo en el suelo—. Mm —frunció el entrecejo.
Su mirada podía ser intimidante, pero al orgullo de Akame no le permitía sentirse de tal forma; al contrario, ella lo miraba más amenazadora.
—Noto que tú eres la del chakra de hace rato —comentó haciendo referencia a cuando la azabache se liberó del sello—, aunque ya no tienes mucho.
Aquel "hombre" no dejaba de analizarla, sentía que ya la había visto, pero no recordaba en dónde.
—Eso no te importa, metiche.
El sujeto se molestó al ser nombrado de esa forma, yendo a atacar con una patada a la peli negra; el impacto a esta nunca llegó al ser "rescatada" por el séptimo.
—¿Cómo te liberaste del sello? —cuestionó el rubio en voz baja.
—Eso no importa.
—Los de aquí deberían de aprender más de esta niña —expresó burlón a los demás.
Al parecer la azabache de pelo corto fue atacada de nuevo, siendo esta vez protegida por su padre; los dos se posicionaron al lado de ellos, quedando al frente de los albinos. Intentaron atacarlos, pero fueron detenidos por la posesión de sombra del Nara, jutsu que fue succionado por la mano de uno de ellos.
