¿Qué me hizo para que no deje de pensarla?
Les habían dado un par de días a los genin para la etapa final para que pudiesen entrenar como les era debido. Unos entrenaban hasta el cansancio, aunque otro preferían el tiempo para un descanso, tal como Akame. La menor paseaba por la ciudad despreocupada por si pasaría o no la prueba, pues sabía que los entrenamientos diarios de más de 5 horas le ayudarían más que haber entrenado sólo un par de días.Fue al mercado, Kakashi le encargó ingredientes para lo que haría en la cena, así que sin peros obedeció. Era una zona céntrica, por lo cual los puestos de comida era lo que más se visitaba a esas horas. Entre las calles encontró un lugar que le llamó la atención gracias a su principal venta: el taiyaki.
El antojo no pudo más con ella, y se dirigió hacia uno. Nunca había probado uno, pero recordaba que Boruto y Mitsuki le dijeron que debía probarlos, y que cualquier sabor estaría bien ya que todos eran deliciosos. Al acercarse más al puesto, notó una figura conocida.
—Kawaki, ¿te gusta el taiyaki? —preguntaba al verlo casi babeando cuando entregaban un encargo del postre.
La aparición repentina de la Uchiha lo tomó por sorpresa, era lo último que esperaba en ese momento. La miró con indiferencia antes de decirle:
—Sí.
—¿Cuál sabor me recomiendas? Es mi primera vez aquí, no he comido este postre antes —contaba sonriendo gracias al olor producente de la cocina.
—¡¿Nunca has probado el taiyaki?! —le cuestionaba indignado—. No sé qué habías hecho aquí en Konoha entonces —musitaba aún incrédulo.
Un risa nerviosa escapó de los labios de la peli negra. Sí, quizás sí había desperdiciado su tiempo al no ir allí, pero nunca es tarde para probar algo nuevo.
—El de chocolate y crema son los más ricos —respondió el ya Uzumaki.
—Gracias. Señor —habló llamando la atención al panadero—, me vende dos taiyaki de crema y dos de chocolate, por favor —ordenó con su típica aura de paz.
—Enseguida se lo entregamos —contestó el mayor.
La azabache veía de igual manera el pan como Kawaki, cosa que no pasó desapercibida por él. Tomó un postre de una bolsa que llevaba consigo, y se lo extendió a la peli negra.
—Prueba el mío.
En otras circunstancias le rechazaría aquel gesto, pero el hambre que tenía la venció y terminó tomando el pan. Su sabor era de chocolate, y cuando lo tuvo por primera vez en su boca le fue como un deleite a su paladar.
—¡Está riquísimo! —comentaba con una sonrisa de oreja a oreja mientras sus mejillas se coloreaban de rojo demostrando su opinión sobre el taiyaki—. Tenías razón, no sé dónde he vivido para no conocer esta delicia.
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Su hija| La última Uchiha nacida
FanficLa vida es sencilla; todos los que nacemos estamos destinados al mismo camino: La muerte. Las personas solemos estar en cambios constantes, en los que entramos en distintas etapas y vamos cambiando según las circunstancias. A tan sólo doce años...