Deseo, atracción y algo más | Soy Neel

Capítulo 17

Quiero besarlo. Necesito volver a sentir sus labios sobre los míos.

Eso es lo único en lo que puedo pensar ahora.

Estamos a escasos centímetros de hacerlo, y Dios, tengo una inmensa hambre por comerle esa rica boquita, pero antes de que eso suceda me doy cuenta de que él no está en sus 5 sentidos y yo tampoco. Aparto la cara cuando no falta nada para que me bese, logrando que me lo dé en la mejilla.

- ¿Y a ti que más te da lo que haga o deje de hacer? - me aparto dándole la espalda - Eso no te incumbe.

- ¿Que mierda querías hacer allá adentro? - vuelve a reclamarme.

- No tengo porque responderte esa pregunta - me volteo y lo encaro al tiempo que me cruzo de brazos. - Simplemente porque quise y ya. No tengo que darte explicaciones sobre lo que haga.

- Te divertiste mucho haciendo eso, ¿verdad, Victoria?

- Si, muchísimo.

Endurece la mandíbula apretando los puños a los costados. Se acerca a mí con grandes zancadas y atrapa de nuevo mi mentón entre sus dedos.

- Déjate de idioteces - sisea entre dientes.

- No son idioteces, es la verdad - me zafo - Yo también tengo derecho a divertirme, así como tú te estabas divirtiendo con Sabrina, ¿no?

Se ríe aumentando mi enojo.

- ¿Es eso lo que te pasa? - se acerca otra vez, yo retrocedo - ¿Estás celosa? ¿Por celos es que vas a meterte con uno de mis amigos días después de que te hice mía?

- Yo no soy tuya, Manuel.

- Si lo eres - vuelve a quedar a un palmo de distancia de mí incluso antes de que me dé cuenta y hunde la cabeza en mi cuello, llenándolo con besos chiquitos - Eres mía.

Y yo, sin saber muy bien porque demonios lo hago, ladeo la cabeza para que siga con lo suyo, ya ni puedo respirar bien.

¿Por qué era que estaba peleando? Ya se me olvido.

¡Hey, no! ¡No caigas tan fácil!

Reacciono empujándolo con una fuerza que no se ni de donde saco.

- No... no te atrevas a tocarme... - balbuceo por el alcohol que aún corre como torrente en mi sistema - Mejor vete con tu amiguita que de seguro te está esperando.

Ríe otra vez.

- Estás celosa - reafirma.

- ¡Deja de decir estupideces! Yo no estoy celosa de nadie.

Que mentira más grande.

- Para mí el que está celoso es otro - me relamo los labios -, porque sino no hubieras reaccionado como lo hiciste allá, ¿o me equivoco?

Me toma de la cintura pegándome a él.

- ¿Quién te dijo a ti que yo estoy celoso?

- Tus acciones son más que suficiente para darme cuenta de eso, Manuel. Así como la escenita que me acabas de montar.

- ¿Qué escenita?

- Ésta. Cargarme y traerme hasta acá para reclamarme porque había hecho lo que hice, porque una persona normal no hace estas cosas solo porque sí - me alejo cuando intenta besarme y sonrío con malicia - ¿Sabes algo? Aparte de tener rabia - me muerdo el labio antes de bajar la mirada a su boca -, también estoy muy caliente...

- ¿Si? - aparto a cara cuando intenta unir nuestros labios nuevamente.

Lo miro a los ojos.

- Pero no quiero saciar mis ganas contigo - miento, empujándolo de nuevo para apartarlo de mí - Mejor voy a buscar a Guillermo para terminar lo que empecé después de haberle bailado...