Al otro día.
A pesar de que tengo los ojos cerrados y que estoy un poco adormilada todavía, puedo sentir perfectamente como unos labios que conozco muy bien se mueven encima de los míos con suavidad. Sonrío y mis párpados se van abriendo lentamente.
- Buenos días - me dice Nelson muy cerca de la boca.
Me río contra sus labios.
- Amor.
Me deja otro beso y se separa, se queda sentado en el borde de la cama.
- Buen día - estiro mi cuerpo.
Me incorporo para estar en una mejor posición, estiro la mano hasta tocar su mejilla, ya se quitó la barba.
- Cuando te quitas la barba pareces un bebé.
Me sonríe y agarra la mano que antes estaba en su mejilla, la guía a su boca dejando un beso en mi palma.
- ¿Cómo dormiste?
- Bien, gordo. Pero, ¿y tú? ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar yendo para Maracaibo?
- Salimos en cuarenta minutos, vine a despedirme de ti.
Me acerco para darle un beso.
- Espérame, me voy a cepillar los dientes y vengo.
Aparto la sábana de mi cuerpo, me levanto por completo metiéndome al baño, cepillo mis dientes y me lavo la cara, me seco con una toalla antes de volver al cuarto.
- ¿Y tu papá? - le pregunto.
- Está afuera.
Abro los ojos como platos.
‐ Y yo estoy prácticamente desnuda.
Si, señores, lo único que tengo puesto son las pantys, casi siempre duermo así, no se si soy la única.
Saco de mi clóset un short licra y un top cualquiera de hacer ejercicios, me cambio y recojo mi cabello en una cola alta.
Me siento ahorcadas sobre él, Nelson me mantiene agarrada con sus dos manos en mi espalda baja, me aprieta y nuestros cuerpos quedan más pegados, me besa suave.
- ¿Viste a Mateo?
- No, tu mamá me dijo que estaba dormido y no quería despertarlo.
Me besa.
- Mi mamá quiere verte - me hace saber - Dice que te extraña.
Otro beso. Sonrío al separarme.
- Y yo a ella, la visitaré cuando salga del trabajo.
Beso.
- Sabes, anoche le dije a mi papá que estamos planeando vivir juntos.
- ¿Si? ¿Y como lo tomó?
- Bastante bien, de hecho. Me dijo que lo único que él quería era verme feliz.
Sonríe y me besa cortantemente.
- Te juro que voy a hacerte feliz todos los días de mi vida - me dice sobre los labios.
Le sonrío y él regresa a mi boca besándome de lleno.
Nos detenemos a lo que escuchamos dos toques en la puerta, me bajo de su cuerpo y me levanto.
- Pase.
Abren y el señor Carlos se adentra a mi cuarto.
- Buenos días.
- Buenos días, señor Carlos. ¿Cómo está?
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Deseo, atracción y algo más | Soy Neel
FanficVictoria es una chama que desde toda la vida ha estado enamorada del que antes era su amor platónico y luego se volvió su mejor amigo. Nelson. Pese a todos los años de amistad que tienen, todo lo que han pasado, ella jamás se atrevió a contárselo, i...