Deseo, atracción y algo más | Soy Neel

Capítulo 25

Hasta ahora he evitado cualquier contacto con Nelson, luego de ese jodido sueño con él siento que si vuelvo a tenerlo cerca perderé el control.

Y eso no puede pasar. Es un jodido problema cada vez que tengo a Manuel cerca, porque por más que le diga que no quiero que me toque o me bese, mi cuerpo reacciona a todo lo contrario con sólo un pequeño roce de su parte.

Estúpida habilidad que tiene Nelson de hacerme reaccionar así.

Hace rato que llegamos a Tucacas y ya estamos camino a la posada que alquilaron por los días que nos quedaremos.

Al llegar, nos bajamos de la camioneta y sacamos todo nuestro equipaje de la maletera para adentrarnos a la casa. Le echo una ojeada, no es nada fuera de lo común, es la típica casa de playa. Las paredes están hechas únicamente de piedra, el piso no tiene mármol, es pura arena, la cocina tampoco es nada del otro mundo, las repisas son de madera, la encimera es de la misma piedra con la que están hechas las paredes. Y contiene todo lo que lleva cualquier cocina.

Sigo explorando la casa yéndome a la parte de atrás, donde se encuentra la playa a unos metros, Hay una enorme mesa con sillas de madera en medio, una parillera en una esquina y una mesa de pool en otra. Regreso adentro, donde ya están todos los muchachos: Víctor, Gabo, Karliam, Andrea, Reicelys, Stephanie, Caroli con su bebé, los sobrinos de Nelson también (Frendys y Aarón) y... ¿Christian y Guillermo? ¿Qué? No sabía ni que ellos vendrían.

- ¡Tía Vicky! - exclama Frendys corriendo hacia mí.

Le correspondo el abrazo que me da.

- Hola, princesita hermosa. ¿Cómo estás?

- Muy bien, ¿y tu?

- Me alegra, chiquita. Bien, chévere.

- Hola, Vicky - Aarón me saluda con un abrazo.

- Hola, mi niño. ¿Cómo estás?

- Bien.

- Que bueno, me alegra.

- Tía, ¿vas a bañarte conmigo en la playa? - pregunta la niña.

- Obvio. Pero anda a cambiarte primero, te pones tu traje de baño y después nos metemos, ¿va?

- Ok - se va apresurada a su cuarto al igual que Aarón.

- ¡Vicky! - Caroli se acerca a mí.

- ¡Caroli de mi vida! - le doy un beso en la mejilla - ¿Como estás?

- Bien, chama, ¿y tu?

- Todo fino - me vuelvo hacia su bebé - Ay, Dios mio, pero si es que yo estoy demashiado hermosha.

La bebé se ríe.

- Esta grande y bella. Gabo me imagino que se vuelve loco con ella.

- Ay, si. Ese no la suelta pero por nada, esta enamorado de la niña.

- ¿Y quien no? - le sonrío - Si es un belleza, es igualita a ti.

- Gracias.

Entonces, un amargo sabor a hiel se hace presente en mi paladar, disolviéndose por toda mi boca, paso saliva y respiro profundo tratando de aminorar el disgusto y la rabia que me da cuando reparo en la mujer que esta junto a Nelson. Sabrina.

¿Que mierda hace esa mujer aquí?

Tranquilízate por amor a Dios, que no te dé un ataque de celos, no ahora.

¿Que no me dé? ¡¿Que no me...?! ¡Ja! Muy tarde.

Atravieso la sala llegando hasta Reicelys que se encuentra hablando con Karliam y Andrea.