Capítulo 25: Celos

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[Maratón 1/3]

Hello mis bellxs! ❤️

Aqui parte la maratón prometida.

Solo les pido que, POR FAVOR, no se olviden de dejar sus estrellitas ⭐️ y comentarios 💬 en los 3 capítulos que vienen.

Soy ansiedad. Realmente espero que les guste la maratón ❤️.

Un abrazote.

30 de septiembre, 2016

Pese a que luchó internamente, no pudo resistirse y finalmente terminó por llevar su dedo pulgar a sus labios y con los dientes roer lo que quedaba de su maltratada uña. Odiaba ese mal habito, con todas sus fuerzas se conscientizaba de no hacerlo, pero cuando estaba excesivamente nerviosa, no lo podía evitar. Y ahora lo estaba.

Después de cuatro días que había sentido como cuatro años, vería a Diego.

Desde que había pasado lo de Javier casi secuestrando a Santiago como una implícita amenaza y demostración de lo que era capaz de hacer, los dos no se habían visto para nada. Diego no había ido a visitar a Santi tan seguido a la casa de Alma y Franco, ya que, según le había contado Mia, estaba teniendo muchos problemas con su productora en Los Ángeles. Una banda organizada había entrado a robar al lugar, llevándose no solo equipo importantísimo para lo que él, Giovanni y Tomás hacían, sino que contratos y papeles que le estaban haciendo muy difícil continuar con las gestiones que ya tenían con los artistas que eran parte de Universo Records.

Cuando se enteró de esto, a Roberta no le costó demasiado atar cabos, y sabía que a Diego tampoco. Era obvio que Javier estaba detrás de todo esto.

Sabía lo importante que era para Diego su trabajo. Esa productora era su fuente de ingreso, pero más grande que eso, era la materialización de un sueño que había tenido toda su vida.

Más de una vez quiso llamarlo para darle una palabra de aliento, y se debatió sobre si ir a hablar con él, el par de veces que visitó la casa de su madre para compartir con el pequeño, porque el mundo podía estar derrumbándose a su alrededor, pero Diego no dejaría de lado, por nada, el pasar tiempo con Santiago. Precisamente por eso, y nuevamente como su rubia hermanastra de lambía contado, solo Giovanni y Tomás habían partido en un viaje express hacia Estados Unidos para evaluar los daños.

Hoy, los dos habían acordado una cita con Pascual Gandía, el por siempre director del Elite Way School.

Tanto ellos, como el resto de la familia de Santiago, se habían quedado muy preocupados por lo que había pasado con Javier el pasado lunes, por lo que habían estado alerta con los horarios del niño, sin demorarse ni un minuto en ir a buscarlo al colegio y vigilando que estuviera protegido de personas externas a la familia. Diego quería ser parte de esa vigilancia permanente y ayer la llamó para decirle que era importante que le comunicaran al colegio la situación por la que estaban pasando, para que Javier no tuviera acceso a buscar a Santiago de nuevo, y, que en su lugar, ese permiso se lo dieran a él.

Ella ya había pensado en eso, y al día siguiente a ese hecho tan desagradable, se había dirigido a la oficina del director para hablar con él. Pero Alicia le había dicho que Pascual no estaba y que no estaría en los próximos días. Afortunadamente hoy ya se había reintegrado al trabajo.

—Veo que hoy no tienes el chichi para farolillos.

Roberta volteó a ver a Iván y se rió, pues aunque no entendió, la frase se le hizo chistosa.

Su entrañable amigo no había dudado en brindarle una mano cuando le pidió que la llevara a la cita que tenía en el colegio. Ella no tenía auto en este momento y los de la casa estaban ocupados el día de hoy.

No me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora