Once More, with Feeling [Levi Ackerman] Traducción

9. Revelaciones

N/A: Hemos llegado a la historia canon. Desde ahora, puede que reconozcan los acontecimientos.

Quiero que la historia sea equilibrada, por así decirlo, pero tampoco quiero simplemente volver a contar lo que ya sabemos. ¡Espero alcanzar el balance correcto y que disfruten la perspectiva diferente!

En efecto, fue un día dolorosamente incómodo y por dentro maldecía a Hange y a su propia impulsividad. Por sobre todo, maldecía su incapacidad para controlar su mente y cuerpo. Nora odiaba que las cosas estuvieran fuera de su control. Y era más frustrante si lo que no podía controlar tenía que ver con ella misma.

A pesar de la amenaza del día anterior, Levi no le ordenó practicar combate cuerpo a cuerpo. Si no fuera por eso, no habría revelado nada sobre la incómoda situación del desayuno. Hange tenía que estar equivocada. De ninguna manera él "se la estaba comiendo con los ojos" o siquiera la deseaba. Era imposible imaginar a su reservado capitán devolviendo los sentimientos complejos y sin duda no platónicos que ella sentía. Y no quería cometer el error de ilusionarse. Solo le había provocado dolor. Es más, no debería querer ese tipo de cosas en primer lugar. No había lugar para eso en la vida que llevaba.

Aún más importante, Nora no encontró nada en el comportamiento de Levi hacia ella que indicara algún tipo de atracción física. Si, no era buena leyendo a las personas y seguro, Levi la estaba tratando diferente ―aunque no exactamente mejor― en comparación con el resto de su escuadrón, pero siempre asumió que era debido a su falta de respeto de manera directa combinada con el cierto desprecio por la jerarquía que ambos compartían.

Se sentó con su escuadrón en el almuerzo y en la cena. A parte de las razones obvias, Nora aún estaba un poco enfadada con Hange. Se sintió increíblemente expuesta, a pesar de que no admitió nada.

Petra se mantuvo mandándole miradas pensativas, su sonrisa fácil no se veía por ninguna parte. No entendió por qué; con un inmenso control, logró evitar a su capitán ―quien se sentó en su lugar usual en la mesa de Hange, el descaro que tuvo― a lo largo de ambas comidas.

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Esa tarde su habitación estuvo inusualmente silenciosa. Por lo general, Petra era algo parlanchina a esas horas. Después de una buena cantidad de miradas incomodas de parte de la pelirroja, Nora finalmente bajó el libro que estaba tratando de leer, suspirando.

―¿Qué ocurre, Petra?

La joven lució atrapada, bajando la mirada.

―Oh, no es nada, de verdad... Nada que tenga que ver conmigo, de todas formas. Pero solo me he estado preguntando por un tiempo y ya que somos amigas y todo...

―Escúpelo ―dijo Nora.

Petra preguntó de un tirón.

―¿Está... ocurriendo algo entre el capitán y tú?