6. Dolores

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La vista que recibió al escuadrón de Operaciones Especiales en el punto de encuentro con el resto de los soldados no era muy diferente de lo que acababan de experimentar en la colina

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La vista que recibió al escuadrón de Operaciones Especiales en el punto de encuentro con el resto de los soldados no era muy diferente de lo que acababan de experimentar en la colina. La pelea llegó casi hasta donde se había reunido el regimiento. Pudo ver sangre y partes de cuerpos dispersas en el pasto a una pequeña distancia, unos cuantos esqueletos evaporizándose entremedio. El hedor enfermizo de las muertes recientes flotó hacia ellos.

Cuando Erwin decidió que todos estaban reunidos ―bueno, todos los soldados sobrevivientes―, continuaron de vuelta a la primera base por la que pasaron con anterioridad para atender las heridas más complicadas de los soldados sin arriesgar otro ataque. Por suerte, Nora pasó el viaje en una de las carretas, lo que era mucho más tolerable que ir a caballo.

De vuelta en el claro que funcionaba como base de abastecimiento, se instaló en el suelo cubierto de césped, apoyada en el tronco de un árbol con la mirada perdida en su pierna que se estaba hinchando con rapidez. Había un enorme chichón en su rodilla y su tobillo estaba tan hinchado y delicado que tuvo que remover la bota, lo que terminó siendo una labor terriblemente complicada.

En términos generales, su pierna dolía muchísimo, lo suficiente como para borrar cualquier pensamiento e imagen grotesca de su mente, sobre todo lo que ocurrió más temprano. Suficiente para mantenerla con los pies en la tierra y cuerda. Por lo menos por ahora.

Nunca había estado tan agradecida del dolor.

Levantó la mirada cuando una sombra la cubrió. Sus ojos tardaron un momento en ajustarse, tratando de reconocer la cara que la miraba desde arriba, delineada por la apuesta de sol que se escondía parcialmente detrás del follaje. Tan pronto como sus ojos se acostumbraron al fuerte contraste entre la luz segadora y la cabeza pelinegra, se halló inmovilizada por la misma mirada de siempre del capitán Levi. Lucía cabreado, nada inusual. Sin embargo, las sombras debajo de sus ojos parecían un poco más marcadas que hace unas horas.

«Debe ser por todas las partes de cuerpos y la sangre salpicada por todos lados combinado con una seria falta de consumo de té». El pensamiento apareció de manera espontánea en su cabeza. Sintió unas locas ganas de reír en el pecho.

Levi movió su mirada a su pierna destrozada, a la cual Nora tuvo que dar soporte y doblar un poco, tratando de aliviar de alguna forma el dolor.

―Veo que te las arreglaste para dislocar tu rodilla y probablemente quebrar tu tobillo con tu torpe aterrizaje de emergencia. Todo un espectáculo el que montaste allá, mocosa. Buena forma de mantener el suspenso. ―Incluso si sus palabras eran bruscas como siempre, su voz sonaba de cierto modo cansada.

Nora consiguió lanzarle una rápida mirada fulminante antes de que su penetrante mirada la forzara a apartar los ojos.

―No pude ver muy bien con la sangre de titán hirviendo en mis ojos.

Trató de enrollar la pierna de su pantalón, haciendo una mueca de dolor y dándose por vencida inmediatamente cuando otra ola de dolor intenso la golpeó.

Once More, with Feeling  [Levi Ackerman] TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora