8. No hay lugar como el hogar

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N/A: Este capítulo cubre el resto del año 849 y será el último antes de que nos metamos en la acción canon...

N/A: Este capítulo cubre el resto del año 849 y será el último antes de que nos metamos en la acción canon

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―¿Qué harás el viernes en la tarde?

Nora se sobresaltó ante la pregunta inesperada de Hange.

―Lo mismo de siempre. Puede que lea. ¿Por qué?

Con sus ojos brillando detrás de sus lentes, Hange dio una palmada con las manos.

―Perfecto. Solo quería asegurarme. ¡Saldremos por unas bebidas!

―¿Tengo voz y voto en eso? ―preguntó, presintiendo algo.

―No, no esta vez. ―Hange sonrió con satisfacción―. Ya lo sabemos.

La mujer más pequeña se quejó.

―Bueno, me hago un año más vieja. Nada del otro mundo.―Frunciendo el ceño, agregó―: ¿Quiénes son "nosotros"?

―No hay por qué entrar en pánico, solo tu escuadrón y yo. Y ni siquiera intentes escabullirte, van por unas bebidas todos juntos cada vez que uno de ellos está de cumpleaños. Petra te arrastrará ella misma si tiene que.

Nora suspiró en rendición.

―No tendrá que hacerlo. Mi férula se va esta semana. ―Eso era una buena noticia, por lo menos. Han sido casi cuatro semanas, lo suficiente para que se perdiera incluso las partes más desagradables de su entrenamiento, como correr varias vueltas, limpiar el establo o tener a Levi pateándola al barro. Los últimos días había estado lo suficientemente malhumorada como para rivalizar con su capitán.

Con esa manera tan irritante de ser, Hange lanzó su brazo sobre los hombros de Nora y apretó con fuerza.

―¡Ese es el espíritu, amargada!

←◈→

La cantina estaba tan llena de gente como se esperaría en un viernes por la noche. Al menos pudieron agarrar una pequeña mesa para ellos siete.

Siete, no seis.

No se le había ocurrido a Nora que Levi se les uniría, no era realmente del tipo que disfrutase estas actividades. Pero ella tampoco lo era. Aparentemente, ni siquiera su capitán estaba exento de las celebraciones de cumpleaños.

Se sentaron amontonados en una mesa demasiado pequeña, la desafortunada cumpleañera apretujada entre Petra y Levi.

Era imposible ignorar el ruido de la cantina, el tintineo de los vasos, las risas estridentes y los bramidos de los clientes alegres por el alcohol y el contacto del cuerpo de Levi contra el de Nora; todas las diferentes situaciones invadiendo sus sentidos. Sin importar en qué dirección se movía, siempre se tocaban en algún lado; sus rodillas o sus codos, o sus hombros.

―Maldita sea, ¿podrías dejar de estar inquieta por un minuto? ―Levi le gruñó, llevándola a tragarse su bebida de un enorme trago, sintiéndose caliente por todos lados.

Once More, with Feeling  [Levi Ackerman] TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora