Kayleah
Aada me tenía histérica, me llamaba en cada momento para preguntarme si estaba bien y luego del trabajo venía a mi casa e incluso habían días que se quedaba a dormir porque le daba miedo que me pasara algo, y lo entiendo pero hasta ahora no he tenido complicaciones y aún tenía una semana para comenzar a preocuparme porque en cualquier momento se rompería la bolsa. Ya no podía estar más gorda y era inevitable que mis pies no se hincharan; agradecía los masajes y la compañía pero necesitaba mi espacio, pensar en lo caótico de mis días. Harry estaba igual que mi mejor amiga, aún me sorprendía que no tomara el primer avión luego de alguna de nuestras llamadas y llegara lo más rápido posible, sin embargo, envió a su madre y hermana para que me acompañaran en estas cruciales semanas.
Anne y Gemma llegarían por la noche, donde me hubiese ido a buscarlas pero me era imposible por mi gran estómago, sin embargo, cenaríamos en mi departamento y la mayor se quedaría aquí hasta el día del parto. Claro que estaba ansiosa por el gran día, ni siquiera lograba asimilar que quedara tan poco tiempo para conocer a Darcy y que estuve nueve meses con un bulto en mi estómago cargando a un bebé, que pasaron muchísimas cosas que me llevaron a estar donde me encuentro ahora; muy feliz y embarazada.
—Aada, por favor —rodé los ojos cuando no me dejó tomar el cuchillo para comenzar a cocinar—, no estoy inválida, déjame preparar la cena.
—Mientras yo esté cerca puedes descansar, también se cocinar así que tú dime que quieres hacer y yo lo hago —bufé.
—Quiero que te vayas y me dejes recibir a mi visita.
—Eso no es muy amable de tu parte pero te lo dejo pasar porque actúas extraño por las hormonas —me justificó—. ¿Filete de pollo o de carne?
—Creo que Gemma no come carne roja, quizá debería hacer diferentes platos, con carne en cuadritos, pollo en cuadritos, curry —me encogí de hombros—. Ponerle un poco de cosas que he aprendido estos meses con la minuta de la nutricionista. Incluso tengo algunas recetas japonesas que son de acompañamiento, a mí me encantaron.
—A ti te gustan tantas cosas, no sé cómo pasaste de comer nada a probar de diferentes culturas.
—Los antojos de embarazada son raros, ni siquiera yo lo sé —el tema de mi anorexia y bulimia no era tabú entre nosotras porque fue una etapa que superé, espero que se mantenga así el resto de mi vida—. Usan muchos condimentos y eso las hace deliciosas, los asiáticos tienen unos gustos poco apetecibles pero estas comidas que he llegado a probar ni se parecen a lo que muestran en la televisión o la comida de calle y de mar que consumen.
—Entonces creo que te dejaré que me ayudes a cocinar, solo porque quieres hacer cosas de las que no tengo ni idea.
—Puedes preparar las carnes y algunas salsas, nada de otro mundo —busqué la libreta que había dejado para las recetas, pasé página por página hasta que encontré la receta del curry con arroz, cruzaba los dedos para que me quedara igual de bien que la vez anterior.
Con las manos ocupadas nos mantuvimos cerca de una hora, miraba el móvil en caso de que Anne me avisara de que venían en camino. Sería extraño verlas a ambas cuando con su hijo no somos más que amigos que comparten a un hijo, supongo que ya sabrán el dilema que tuvimos y que yo lo mantuve oculto por un tiempo porque no sabría cómo contarles, se me caería la cara de vergüenza porque ellas no han hecho más que tratarme bien desde el principio y no hice más que mentirles.
Invité finalmente a Aada a quedarse aunque terminó por preparase un plato aparte ya que a vista no le parecía apetitoso mi menú. La dejé estar aunque por dentro si me dolió un poco que ni siquiera lo probara, yo quería comérmelo todo pero debía esperar y las horas se me estaban haciendo eternas.
ESTÁS LEYENDO
Alive H.S. ©
Fanfiction¿Por qué no me puedo amar ni la mitad de lo que te amo a ti? Cuando una fotógrafa trabaja para modelos de alta costura es imposible no compararse. Inicio: Octubre 2020 Término: Mayo 2022 angelinasmj ©