Mi manos sudan ante la presión, no puedo creer que ya llevo varios días en esta casa ajena, prácticamente sola y no he podido avanzar en la campaña de Alessandro. A este punto, como cuando trabajaba en Vogue, debería estar terminando. Sé que el director creativo de Gucci intentará entrar en contacto conmigo pronto, además de que aunque no me gusta tanto la idea, todo este trabajo es propiedad de ellos, si les llego a entregar la colección de fotografías, recién ahí me pagarían. Me serviría demasiado esa cantidad de dinero con todos los gastos que he hecho en este largo viaje.Con Harry las cosas han ido bien, él ha estado yendo a reuniones todos los días mientras que yo me siento frente al computador y miro las imágenes para después cerrar todo odiando la sensación de estancamiento. Algo me pasa, normalmente trabajo estando sola, era una de las mayores razones por las cuales adelantaba los proyectos de Vogue. Creo que me acostumbré mucho a estar en compañía y me está afectando el apego emocional que tengo con el castaño.
Lo he pensado toda la mañana e incluso se lo comenté, tal vez necesite liberarme de estas sogas invisibles que me atan a esperarlo cada día, cocinarle y escucharle hablar de su día mientras yo no tengo nada interesante que decir, aunque no me molesta estar atenta a sus historias y lo emocionado que está con los próximos proyectos. Su fama ha crecido cada vez más a pesar de estar en su año de descanso y eso le ha traído oportunidades inimaginables, cosa contraria a mí, que no hago más que retroceder.
Con mi pequeña maleta lista el taxi me recogió en la calle, sé que no debo tomarlos por la cantidad enorme que suelen cobrar pero fue mi primera opción antes de volver a poner un pie dentro de la casa. Tengo que estar sola, conocer el paisaje, sentarme, reconectarme conmigo misma y crear. Ese es mi trabajo, por lo que vivo y solía disfrutarlo. Necesito que ese gusto por la fotografía y la edición vuelvan a mí, es lo que sé hacer, estudié para ello y nunca en mi vida tuve tanto desligue con esto.
Esta vez no era más que una habitación con baño individual la que el airbnb me recomendó, la cocina era compartida y una mujer que trabajaba en el centro de Londres le venía bien arrendar mientras su hija no la usara, me dio la libertad de usar el televisor de la sala, cocinar a mi gusto. Fue un amor cuando me entregó la llave de la habitación y de la puerta principal de la casa, tenía un enorme patio y un perro que si se tirara a mí, me volcaría de inmediato.
Salí a caminar, estar a las afueras de las grandes ciudades se me estaba haciendo costumbre, aparte de que la gente vivía de forma muy diferente a los típicos ciudadanos; se veía más verde que en gran parte me gustaba, los niños jugaban hasta tarde a las afueras. Así fue mi primera noche mirando por la ventana, con poca señal en el móvil y no prestándole demasiada atención, mirar a esas criaturas correr de un lado para el otro y que Kai me interrumpiera mientras bebía té, aquel animal me alegró la tarde, incluso me atreví a sacar los juguetes de goma y que los trajera con su boca. De seguro a Emilee no le molestará si la llevo a pasear mañana. Se lo comentaré en el desayuno.
No sé por qué tomé tanta confianza, el aura de la pelinegra me la generaba, además se veía que le gustaban esas compañías nocturnas y mañaneras, de seguro extrañaba a su hija.
Al segundo día llevé hasta un parque a Kai, había poca gente y me senté en el césped con mi computadora en las piernas. La perrita sabía cuándo volver y que andaba conmigo, la tenía bien entrenada por lo que la dejé ser.
Avancé más de lo que esperaba, no me fue difícil y el viento chocando en mi cara me daba ese ambiente entre nostálgico y alegre, no sé cómo realmente describirlo pero me ayudó muchísimo a despejarme.
Estuve casi toda la tarde allí, Kai ya se había cansado y se recostó a mi lado mirándome con unos ojos de que necesitaba cariño. Se me llegó hasta a apagar la computadora, señal suficiente para volver y darle mimos a mi compañera. Pasé a un quiosco a comprarle unos sobres de alimento húmedo y me hizo reír lo rápido que se lo comió.
ESTÁS LEYENDO
Alive H.S. ©
Fanfic¿Por qué no me puedo amar ni la mitad de lo que te amo a ti? Cuando una fotógrafa trabaja para modelos de alta costura es imposible no compararse. Inicio: Octubre 2020 Término: Mayo 2022 angelinasmj ©