capítulo cincuenta y dos

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Harry

Estaba en el móvil pensando en los largos meses que tuve en este lugar; algunas fotos con los chicos del rodaje, el maquillaje y cada vez que la estilista me rebajaba el cabello y me afeitaba para entrar por completo en el personaje. 

No voy a mentir que han sido semanas llenas de sentimientos extraños donde me perdía en el camino y no sabía si lo que estaba haciendo era lo correcto, que quizá fui demasiado duro al terminar con Kayleah y comenzar una relación con Olivia al mes siguiente. Era un revoltijo de emociones que no podía ordenar pero no voy a mentir cuando digo que aquella castaña de ojos azules se me atravesaba en los pensamientos, es así como fui la última vez a verla porque quería saber cómo estaba y no estaba tan seguro de que aún tuviera un medio de comunicación. 

Olivia conocía mi relación con Kay y no le molestaba para nada que me siguiera comunicando con ella; al fin y al cabo estábamos demasiado alejados para que esos sentimientos que tuvimos volvieran a renacer. No me gusta mentir, amé tanto a esa chica, sin embargo, mi cabeza era un lío cuando estaba con ella porque tenía tanto que hacer y aparte preocuparme por ella; gracias a mi terapeuta pude llegar a la conclusión de que era mejor por lo sano y creo haberlo hecho bien. Me arrepentía en ocasiones porque nos quedó tanto por experimentar, igual aprendí de la relación y pude crecer con ella. 

Antes de dormir fui a por un vaso de agua fría y el libro que no recordaba dónde lo había dejado, una vez que lo encontré no leí más de diez páginas y me quedé dormido. Estaba agotado. 


Los aplausos resonaron en mis oídos cuando el último "corte" por parte de la dirección se escuchó. Me tiré al sofá de la escenografía y sonreí; Don't worry darling llegó a su fin y solo nos quedaba las ruedas de prensas y la premiere, eso sería cuando se decidiera una fecha de estreno. 

Olivia se sentó a mi lado abrazándome y le besé la frente, era su proyecto y se le notaba orgullosa de haber concluido una parte más de él. 

Antes de comenzar a celebrar nos cambiamos todos de ropa por algo más casual, se abrió una champaña, más fotos para el recuerdo y alguna que otra toma para el detrás de escena que probablemente nunca saliera a luz.

Las cosas entre Olivia y Florence estaban tensas por una diferencia de opiniones y es por eso que la rubia se fue temprano ese día, era una pena porque se llevaba bien conmigo y disfrutaba el tiempo como amigos. 

— ¿Prefieres ir directo a Los Ángeles o quedarnos la última noche aquí? —Habló Olivia una vez solos en la casa de Palm Springs.

—Estoy exhausto, quedémonos —me lavaba la cara mientras hablaba con ella porque tenía maquillaje aún—. ¿Tienes algo que hacer?

—Antes de irnos a Londres nada, quiero ver a los niños —se encogió de hombros, quedaban como cuatro días antes del viaje.

En eso de la conversación nos interrumpe mi móvil y maldije en voz baja al acordarme de que le pregunté a Kay si podría llamarla durante el día, finalmente fue ella quien tomó la iniciativa porque esa foto sonriente con la que tenía guardada en mis contactos aparecía en mi pantalla.

Hice una seña a la mujer que me acompañaba para que me esperara y me fui a otra habitación a contestar; la castaña se veía reluciente, no llevaba maquillaje y movió su mano saludándome. Mi corazón se estrujó con la felicidad que transmitía, sus pómulos seguían igual de marcados pero sus mejillas si estaban más rellenas. Se veía hermosa.

—Perdón por demorar en llamarte —me disculpé—, hoy ha terminado el rodaje y te juro que no he parado, llegué a casa hace poco.

— ¿Estás aún allá? —Asentí con la cabeza—. ¿Cuándo partes rumbo a Londres? ¡Tienes que venir a verme antes de que te vayas!

Alive H.S. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora