capítulo tres

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Corrí con mi café en mano, me había quedado dormida pero por suerte llegué al edificio a la hora. El ascensor estaba abierto y estuve a punto de derramar líquido caliente en el transcurso. Rose me miró seria cuando se percató que era yo la que iba como loca por llegar, sin embargo, la saludé sonriente. Me sentía descansada y lista para comenzar otra jornada, intentando que cada día me gustara más mi trabajo.

Acomodé mis cosas en el escritorio justo en el momento que mi jefa me hace una señal para que la siguiera hasta su oficina, lo único de lo que podríamos hablar era sobre el trabajo con Marcel. Serían buenas o malas noticias pero estaba preparada para lo que sea, o eso me gusta pensar. Dejé que Kristine se encargara de abrir todo el avance que he estado haciendo para una próxima edición, le dejé los archivos abiertos para que se inspirara a escribir una de sus maravillosas columnas. Rose no dejaba de mirarme apoyada en la puerta como si estuviera apurada en decirme, hice lo posible para encontrarme con ella en minutos.

—He recibido la respuesta unos tres días atrás pero he querido esperar a que fuera definitivo y más formal —habló buscando algo en su carpeta—. Siendo un trabajo fuera de contrato, se te hará una paga y me han mandado la copia —me tendió los papeles—. Marcel ha quedado fascinado con lo que haz presentado y no dudó en darme un sí apenas le presenté el portafolio, felicitaciones —quise gritar pero incluso me aguanté la sonrisa de mis labios—. Lee esto detalladamente antes de firmar, no queremos ningún mal entendido.

—Muchísimas gracias por esta oportunidad, ahora me pondré a leerlo —prácticamente salí saltando de su oficina como una niña pequeña, no me había dicho nada si mi proyecto se llevaría a cabo pero con esto se daba un paso más a que se me presentara la oportunidad de tener a Harry Styles como modelo de este.

Kristine me abrazó y pegué un grito de emoción, esto era algo que llevaría un paso más adelante a mi carrera, poder desarrollarme algo más en esto aunque fuera la sombra de un gran artista con la experiencia como Marcel.

Estuve cerca de una hora leyendo el contrato, había un punto que no me gustaba y era que al parecer querían quedarse con mi portafolio, sin embargo, por lo menos las imágenes ya creadas estaban bajo el sello de derechos del autor y mientras estuviera vigente nadie podría hacer nada con mis creaciones. Suspiré con nervios, leí hasta la letra chica pero temía por mis proyectos que mostré. Firmé con la mano temblorosa y fui donde Rose a dejar los papeles, me indicó que sería el miércoles de la próxima semana y que nos juntaríamos aquí, una van nos llevaría hasta el lugar que se encontraba fuera de la ciudad, a un par de horas. Sería un día largo porque volveríamos y quizá se haría una sesión extra dentro del estudio, por lo que se alargaría un par de horas.

Seguí trabajando y fui a almorzar con los chicos a la vuelta del edificio, Kristine no dejaba de hablar de mi próximo trabajo sintiéndome incómoda porque a mi otro compañero no demostraba el mismo entusiasmo e incluso percibí sus miradas desinteresadas a mi ser. Intenté ignorarlo pero solo lo logré una vez que le cambié el tema de conversación y se nos unió.

Las horas pasaron rápido con la emoción que llevaba dentro, le había enviado un mensaje a Aada con la noticia y decidió que vendría a acompañarme con una botella de champaña. Al llegar a mi piso ella ya estaba ahí, poseía una copia de la llave para que viniera cuando se le diera la gana aunque no lo hacía demasiado seguido. Tenía un montón de comida en la mesa de centro, se veía apetitoso pero ayer por la tarde me había inscrito al gimnasio y esto no ayudaría para nada a ponerme en forma.

Mi mejor amiga se lanzó a abrazarme, felicitándome por mi logro, me repitió el típico "te lo dije" porque ella confiaba más en mi de lo que yo misma lo hacía. Nos sentamos con una película en la televisión que apenas le pusimos atención porque, sin importar que hablemos todos los días, siempre teníamos algo que contarnos a pesar de que fuera un relato insignificante y sin sentido. Intentó tocar el tema de la breve conversación que tuve con Harry ese día pero no mencioné nada, él me pidió confidencialidad y sin importar que fuera de poca importancia, no iba a sobrepasar su petición.

Alive H.S. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora