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Ame persiguió a su mejor amigo, Atsumu, por toda la preparatoria hasta que finalmente lo atrapó.
"Bien, tú ganas, te diré a quién me gusta, solo no corras más", dijo la chica, aunque era evidente que el ejercicio no era su fuerte. "Me gusta Osamu."
"¿Osamu?" El rubio parecía bastante sorprendido. "Pensé que dirías Suna o incluso Kita, pero ¿mi hermano?" Hizo una pausa para poner una expresión de asco. "¡PRACTICAMENTE TE GUSTO YO!"
"¿Qué dices, idiota? Me gusta tu hermano por cómo es." Ame no pudo evitar reír porque Atsumu seguía con la misma expresión. "Basta de esa cara."
El rubio sabía claramente que, aunque su hermano fuera un ogro, tenía sentimientos y le gustaba su mejor amiga desde que tenía memoria. ¿Por qué? Atsumu y Ame se conocían desde que tenían 10 años, pero como su gemelo era muy serio desde pequeño, nunca lograron llevarse totalmente bien.
"Vamos a tu entrenamiento, llegarás tarde."
"¿Vendrás conmigo?"
"Claro, siempre lo hago. ¿Por qué ahora no lo haría?"
Los dos amigos comenzaron a caminar hacia el gimnasio.
"Pensé que serías como las demás chicas que prácticamente se esconden del chico que les gusta."
"¿Desde cuándo soy como las demás chicas?", dijo Ame, siendo bastante sincera. "Tampoco es como si fuera reciente lo de Osamu. Ya sabes, ya tiene tiempo, me acostumbré a que él no se fije en mí."
El chico no pudo estar más sorprendido. ¿Hacía cuánto tiempo le ocultaba eso?
"¿Hace cuánto me ocultas eso?"
"Unos 4 años, no sé con tanta exactitud."
"Ito Ame, ¡no me habías contado nada! Y yo guardándole el secreto a Osamu por miedo a tu rechazo."
Ahora ambos se encontraban con los ojos como platos afuera del gimnasio.
"¿Qué has dicho?"
"Nada."
"Atsumu."
"Ay, mira, entremos, y así ves a tu novio."
La chica no pudo protestar, ya que su amigo la empujó al interior del gimnasio, donde se encontraban todos los miembros del equipo. Al entrar, el primero en acercarse fue el gemelo peligris.
"Por fin llegas", dijo el peligris como si fuera a matar a su gemelo. "Hola, Ame."
"Hola, Osamu." La chica pudo notar cómo su amigo le hacía ojos a ambos. "Deja de hacer eso o te golpearé."
"Yo no estoy haciendo nada", observó su alrededor y vio que su gemelo no estaba muy lejos. "Osamu, tu novia quiere golpearme."
Dicho esto, se fue corriendo hacia él, y este tenía las mejillas rojas como tomates.
"Oh no, han descubierto tu mayor secreto", dijo Suna con su celular en mano, entre risas. "Vamos, Osamu, es tu oportunidad de declararte, como decías."
"Creo que me iré, deberían estar entrenando. Con permiso."
La chica se iba cuando el capitán de Inarizaki la tomó en brazos y la llevó a la bodega, donde vio cómo traían al peligris de igual manera.
"Bien, hablen, y los dejaremos salir cuando sean novios. Adiós." Ambos maldijeron al gemelo rubio en mil idiomas.
Pasaron algunos segundos, y ninguno decía nada. No era vergüenza, solo no sabían cómo empezar. Nunca fueron cercanos.
"¿Hace cuánto te gusto?" El peligris hablaba de forma seria, aunque se notaba nerviosismo en él.
"Creo que fue cuando entramos a secundaria. No te vi durante todas las vacaciones, y cuando volviste, habías cambiado, y eso me gustó. Pensé que sería algo momentáneo, pero cuando entramos a preparatoria, me di cuenta de que no era así. Nadie lo sabía; siempre lo guardé para mí. No tenía el valor para decírtelo a ti, ni siquiera a Atsumu." La chica hablaba con bastante naturalidad, lo cual ponía bastante nervioso al chico, aunque él demostrara todo lo contrario. "Quita esa cara. Ahora dime tú, ¿hace cuánto te gusto?"
"La verdad, desde que te vi. Me gustó algo en ti." Al ver que la chica tenía una expresión confundida, trató de ser más claro. "Cuando Atsumu te llevó a casa para jugar y te presentó como su amiga, y que te había conocido porque la profesora les había dicho que se sentaran juntos, y mi mamá preguntó si alguna vez te había visto, ¿lo recuerdas?" La chica asintió. "Bien, yo lo negué, pero te había visto muchas veces, y me parecías realmente hermosa. Y no he cambiado de opinión, hasta me daban celos de mi hermano, hasta que en una pelea en secundaria le dije todo, y me explicó que ustedes solo eran amigos y que no pasaría nada entre ustedes."
"No veía venir eso." La chica soltó una risa tímida, lo cual contagió al chico. "Bueno, me gusta saber que no estoy siendo rechazada."
"Pues no lo estás haciendo. ¿Si te invito a salir, me dirías que sí?"
"¿Me estás invitando a salir indirectamente?"
"Puede ser. ¿Qué dices?"
"Me encantaría."
El chico tuvo el valor de acercarse a la chica y tomar sus manos.
"¿Y si te besara en este momento?"
"Deberías dejar de hacer tantas preguntas y hacelo."
La chica miró desafiante al peligris. Este sonrió y posteriormente unió sus labios con los de la chica.
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"Dime que acabas de grabar todo eso."
"¿Crees que no lo haría?"
Atsumu y Suna estaban viendo todo desde una ventana secreta de la bodega, al menos hasta que Kita los descubriera y los regañara
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