La chica rubia se encontraba tumbada en la cama de su novio, con el libro de historia entre sus manos. Estaba preocupada por un examen importante que se acercaba, pero parecía ser la única que se tomaba en serio la situación. Mientras tanto, su novio, estaba absorto en un juego en línea con sus amigos.
La chica se sentó en la cama y miró a Kenma, quien continuaba jugando sin prestarle atención. Intentando captar su atención, le dijo: "¿Has pensado en que el examen es en una semana?". Su respuesta fue un ruido extraño sin ninguna palabra clara.
Frustrada, la chica insistió: "Aún no has leído nada, Kenma. Por favor, tenemos que estudiar".
Kenma respondió distraídamente mientras tecleaba, más interesado en el juego: "Lo haré, amor... Kuroo, dile a Lev que así no se juega".
La chica se rindió, dándose cuenta de que Kenma simplemente no estaba prestando atención. No dijo nada más y se recostó de nuevo en la cama. No pasó mucho tiempo antes de que Kenma le hiciera preguntas a su novia, pero aún seguía en llamada con sus amigos.
"Amor", dijo Kenma mientras esperaba la siguiente partida, "esta es la última partida". La chica no respondió, ignorándolo por completo.
Las risas de los amigos de Kenma no se hicieron esperar, burlándose de él por ser ignorado por su novia. "¿Qué pasa, Kenma? ¿Tu chica te está ignorando?", dijo Kuroo riendo.
Kenma, molesto, respondió seriamente: "Cállate".
La chica no podía oír la pelea de Kenma con sus amigos, ya que él llevaba los auriculares puestos y solo él podía escuchar las bromas.
Después de unos segundos, la chica escuchó finalmente: "Bien, me voy. Mi novia me está esperando", anunció Kenma para cortar la llamada.
Kenma se quitó los auriculares y miró a Ame, quien aparentemente seguía concentrada en la lectura, aunque era consciente de la mirada de Kenma.
"Amor", dijo mientras se dejaba caer sobre ella, "ahora soy todo tuyo", añadió con una sonrisa.
La chica, al escuchar eso, apartó el libro a un lado y con una mano acarició el cabello de Kenma. "Pero ya terminé el libro, cariño", respondió en tono bromista, lo que hizo fruncir el ceño a Kenma y provocó risas entre ambos.