𝘛𝘦𝘵𝘴𝘶𝘳ō 𝘒𝘶𝘳𝘰𝘰 ! | ‹𝟹

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No era un secreto para nadie que los celos de cierto pelinegro no eran fáciles de disimular, mucho menos para Ame

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No era un secreto para nadie que los celos de cierto pelinegro no eran fáciles de disimular, mucho menos para Ame. Desde que eran solo amigos, ella ya sabía lo celoso que podía ser Kuroo. Bastaba con que otro chico se le acercara para que, en cuestión de minutos, él apareciera con una actitud desafiante, como si marcar su territorio fuera algo natural.

Esa tarde, Ame se encontraba sola en una banca, observando cómo el equipo de Kuroo comenzaba a calentar. Tenían un partido de práctica contra una preparatoria de la prefectura. En principio, había planeado tener un día tranquilo. Pero cuando vio de qué equipo se trataba, supo que las cosas no serían tan sencillas.

Entre los jugadores del equipo contrario, distinguió a su exnovio, quien ahora era el capitán. De inmediato, notó cómo Kuroo se tensaba al verlo. Sus hombros, normalmente relajados, se endurecieron, y su mandíbula se apretó con furia contenida. El ex de Ame, lejos de ignorar la presencia del pelinegro, lo saludó con una sonrisa cínica y un apretón de manos que duró unos segundos demasiado incómodos.

"Que sea un buen partido", dijo su ex, esa voz que tanto había odiado, ahora resonando con una falsa cordialidad.

"Lo será", respondió Kuroo, con una seriedad que jamás había usado con otros rivales. Su mirada era afilada, como si cada palabra que intercambiaba fuera una amenaza implícita.

Ame mantuvo la vista fija en el calentamiento, No era difícil notar cómo Kuroo estaba molesto: sus remates eran ahora violentos, como si cada golpe fuera dirigido a algo más que la pelota.

De repente, un balón voló fuera de la cancha y fue a parar justo a los pies de Ame. Ella lo recogió pero antes de que pudiera devolverlo, su exnovio ya estaba caminando hacia ella con una sonrisa que ella conocía demasiado bien.

"Cuánto tiempo, Ito", saludó con esa familiaridad molesta, ignorando completamente la mirada asesina que Kuroo le lanzaba desde la distancia "No esperaba verte aquí. ¿Sigues siendo amiga de Kuroo?"

"Es mi novio", aclaró Ame, intentando sonar firme a pesar de lo incómoda que se sentía.

El chico se giró lentamente hacia donde estaba Kuroo, quien lo miraba con una expresión que podría haber derretido acero.

"Vaya, parece que no le hace gracia que te hable", dijo su ex, burlándose de la situación antes de alejarse.

Ame suspiró aliviada, tomando rápidamente su celular para escribirle a sus amigas sobre el incómodo encuentro. Apenas había comenzado a teclear cuando una sombra se proyectó frente a ella. Levantó la vista para encontrarse con Kuroo, quien tenía una expresión de disgusto claramente marcada en su rostro.

"¿Qué tanto hablabas con ese idiota?", espetó, sin molestarse en ocultar su irritación, "¿Acaso no sabe que tienes novio?"

Ame no pudo evitar sonreír internamente. Aunque Kuroo se veía visiblemente molesto, a ella le encantaba verlo así. Era una muestra de lo mucho que le importaba.

"Solo vino a buscar el balón", respondió, tratando de sonar indiferente, pero sin poder ocultar la pequeña chispa de diversión en su voz.

"No me hagas querer recordarle que tienes novio", murmuró Kuroo, bufando molesto, "Ese idiota..."

"Tal vez deberías hacerlo", murmuró Ame, con timidez, disfrutando en secreto de la situación.

Kuroo no tardó en inclinarse hacia ella, tomando su rostro con una mano firme pero cuidadosa, obligándola a mirarlo directamente a los ojos. La intensidad en su mirada le cortaba la respiración.

"Si ese idiota se atreve a volver a mirarte, lo voy a matar yo mismo", dijo antes de inclinarse y besarla con brusquedad.

De repente, sintió un golpe suave que los separó de golpe. Kuroo se frotó la cabeza, mirando sorprendido hacia la cancha. Uno de los entrenadores le había lanzado un balón con precisión calculada.

"¡Regresa a la cancha, Kuroo!", le ordenó el entrenador, con una mezcla de exasperación y diversión en la voz.

Ame soltó una risa nerviosa mientras veía a Kuroo mirar al entrenador con frustración, para luego volver su atención a ella.

"Esto no ha terminado", murmuró Kuroo antes de devolverle una sonrisa ladina y regresar a la cancha.

"Esto no ha terminado", murmuró Kuroo antes de devolverle una sonrisa ladina y regresar a la cancha

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𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶! | 𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴 ılı.ıllıDonde viven las historias. Descúbrelo ahora