"¿Reunión?" Ame estaba entrando al gimnasio.
"Así es, es una reunión general. Estaremos con el equipo de hombres", Yukie la estaba arrastrando al grupo de chicas.
La castaña simplemente cerró los ojos esperando no verlo allí, pero fue en vano. A lo lejos pudo ver esa silueta alta, estaba con el grupo de primero.
La reunión no tardó en comenzar y la chica evitó cualquier contacto visual con el rubio. Habían discutido y no se habían hablado durante días. Estaban en esa etapa en la que uno intentaba durar más tiempo sin hablarle al otro.
La pelea se había originado por culpa de la chica, quien pasaba bastante tiempo tratando de alejar al chico de ella, como lo estaba haciendo ahora.
"Oye", Yukie nuevamente le habló, "vámonos".
"¿Qué?" habló confundida.
"Los de primero nos podemos ir", la chica asintió y se fue junto a su amiga. "Te veo mañana", dijo Yukie alejándose, dejándola sola en la entrada del gimnasio.
Vio alejarse a la chica y tomó su celular. Su madre le había pedido algunas cosas del supermercado. Frunció el ceño mientras guardaba el celular en su bolsillo.
Comenzó su camino cuando una voz a sus espaldas hizo que apretara los labios. Al voltearse, pudo verlo. Su vista estaba sobre la chica, era una mirada fría.
"Tenemos que hablar", apenas Ame escuchó eso se giró, ignorándolo por completo. "Ame", la llamó, pero esta comenzó a caminar rápido. "Joder, podrías escucharme", habló fuerte.
Ame dudó por un momento, pero prefirió seguir con su orgullo. Esta vez fue diferente; él tomó su antebrazo y la giró bruscamente hacia él.
"Suéltame", dijo mientras lo fulminaba con la mirada.
"No seas inmadura, tenemos que hablar", habló nuevamente, soltando a la chica de su agarre.
"Pero no hay nada de qué debamos hablar", murmuró, sin verle la cara.
"Ya te dije que hablaremos", dijo firme.
"Haz lo que quieras", dijo ya enojada, mirándolo a los ojos.
Y en ese momento, la boca del chico estaba sobre la de ella, besándola de manera tan desesperada que la chica no supo reaccionar por unos segundos. No pudo evitar seguirle el beso, tomando suavemente su rostro entre sus manos.
Al separarse, la chica miró confundida al rubio, quien solo tenía una sonrisa en su rostro.
"Ves, ¿por qué es importante hablar las cosas?", dijo finalmente para volver a besarla.