Capítulo 1;

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CAPÍTULO 1:


5 meses después de la primera noche.

—Encuentralos.

—No es tan fácil, Dex.

—¿Crees que me importa?

—Simplemente no puedo localizar a Levi, y ciertamente eso me dificulta un montón la tarea.

—Sigue sin importarme.

Ailee suspiró irritada, sintiendo que su cabeza dolía y con ganas de lanzarse sobre su hermano y ahorcarlo hasta terminar con su existencia.

—Eres insoportable.

—Adivina qué —sonrió él—. No me importa.

Las paredes de color vino le daban un aspecto oscuro al lugar, y aunque en su mente no tenía sentido vivir solo ellos dos en un lugar tan grande como esa torre de muros altos, elegancia y perteneciente a alguna familia real de la antiguedad, Ailee agradecía contar con la sombría decoración que le daba seguridad y tranquilidad para resguardar sus verdaderas emociones.

Dex amaba la antigüedad y su sentido de la decoración se inclinaba dentro de ese gusto, Ailee estaba segura de que si estuviera en manos de su hermano, habría decorado la estancia con sarcófagos de oro incluso. Perturbador.

Sin embargo, ella no estaba ahí frente a él, viéndolo sentado en aquel trono de tapiz dorado y decoraciones negras con destellos de plata, para juzgar su gusto en decoración y antigüedades.

Le había asignado una tarea para cumplir. Una única tarea que pendía sobre sus hombros.

No conocía la intención de su hermano, pues él no compartía ese tipo de información con ella, solo contaba con una única misión en ese momento: encontrar la gema de Casiopea.

Su hermano no era una persona paciente según su criterio, y ella solo tenía un pequeño hilo para comenzar a tirar.

El núcleo Lennox había desaparecido meses atrás sin dejar rastro, un día estaban caminando por las calles de Vitale y al otro, no había un solo rastro de ellos, y eso no sería tan importante si uno de ellos, Levi, no hubiera encontrado la gema de Casiopea; brillante y de color verde esmeralda la gema de Casiopea era tan poderosa para un fénix que ser invencible se podría volver una realidad. Y eso era decir mucho, pues los fénix contaban con la eternidad maldita al poder renacer una y otra vez desde las cenizas la mayoría de las veces.

Su energía vital les permitía encontrar el camino entre la oscuridad y las cenizas, dejando que su fénix volviera a la vida; no todos los fénix lograban volver y aún así, tenían almas condenadas a vivir en una eternidad oscura, pues perderse en el camino de la oscuridad buscando volver a la vida era algo que solía suceder tan a menudo que Ailee se preguntaba si su madre, brillante ante su reinado en la constelación que portaba su nombre, sentía remordimiento de su maldición.

La gema había desaparecido una vida atrás de manera misteriosa, casi como si se hubiera esfumado de la nada, y entre un contacto y otro, los oídos curiosos de Dex habían logrado descubrir que Levi Lennox había tenido que ver con esa desaparición. No tenía ni idea de qué había hecho el muchacho Lennox con esa gema tan poderosa, ni siquiera tenía presente si él aún la tenía o si sabía el poder que había conseguido.

Ese era el único motivo de Dex para darle relevancia a los Lennox, sobre todo al menor de ellos.

Ailee tenía otros intereses.

Cada fénix contaba con un alma igual, un alma que la constelación Casiopea les había asignado como único consuelo tras la maldición que llevaban sobre su espalda. En alguna parte de toda la existencia, renaciendo en mil vidas y seguían teniendo solo otro fénix destinado a ellos. No existía mayor gozo que poder encontrar el alma gemela que tenían. Levi era el fénix de Ailee, pero Ailee no era el fénix de Levi.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora