Capítulo 28;

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CAPÍTULO 28:


Kim se cruzó de brazos, curioso y a la vez distante de la mujer frente a él.

—Entonces —se lamió los labios—. ¿Solis, verdad?

—Kim, no es momento.

—Oh, cállate, rapunzel —bufó—. Sólo estoy comprobando que la invitada sí sea el astro del universo. No se puede confiar en todo el mundo, mira a la pequeña Lexie, está secuestrada quién sabe por quién y habíamos confiado en la reina para cuidarla—miró a Ava—. ¿Cierto, majestad?

—¿Son todos los fénix siempre tan amables?

Mina sonrió y negó con la cabeza, aún impresionada por estar viendo a Solis frente a ella, a la madre de brujas y la proveedora de energía solar del universo.

—Solo es Kim hablando de más.

—Eso, todos en contra de Kim —se quejó.

—No tengo un solo motivo para mentir —se encogió de hombros.

—¿Y qué haces aquí? —preguntó Asher, su brazo atrapando la cintura de Kim.

—Verán —comenzó—. Levi me llamó.

Asher dirigió la mirada a su hermano menor, sin poder creer el alcance de su hermano. No solo robaba la gema de un astro, sino que también conseguía la manera de hacer que otro astro bajara a la tierra.

Levi alzó las manos en señal de paz.

—No he hecho nada.

—Bueno, no fue tan literal que me llamó a mí —Solis corrigió—. Vitale es un lugar de concentración mágica, Levi estaba sangrando y muy desesperado, y digamos, solo digamos, que tomé eso como mi oportunidad de venir a arreglar lo que Casiopea está haciendo.

—¿Casiopea? —preguntó Rain—. ¿Nuestra madre?

—Sí. Ha estado... causando problemas.

—¿Qué clase de problemas?

Solis miró el sillón y preguntó:

—¿Puedo?

—Por supuesto, madre —Ava se apresuró a responder.

Un silencio se asentó entre ellos unos segundos, Solis mirando a su alrededor y pensando cómo explicar todo el desastre que estaba ocurriendo.

—Al inicio de todo, cuando la tierra no había sido poblada y sólo era nuestro universo quién existía, se extendió la invitación a formar una descendencia capaz de llenar la tierra y crear las formas más hermosas para la futura población: los fénix.

—Sí, todos conocemos la maldita historia. Somos los malos, las brujas las buenas, vivan los animales, las frutas y la naturaleza —bufó Levi—. Dime cómo encontrar a Lexie o de verdad nuestro universo va a quedarse sin su preciado sol.

Solis miró a Levi un segundo, irritada y comenzó a quemar su piel con fuego puro. Odiaba ser interrumpida.

—Alguien puede enseñarle modales a Levi, es bastante irritante.

El fuego se detuvo y Levi comenzó a jader, sobando sus brazos queriendo estar seguro que no iba a volver a incinerarse.

—La locura es hereditaria me parece —masculló para sí.

—Como estaba diciendo —siguió—. Casiopea había maldecido a la descendencia de la Luna, y entonces, me otorgaron a mí la oportunidad de poblar la tierra. Pero solo tuve una primera hija, mi bebé más preciada. Lux.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora