Capítulo 3;

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CAPÍTULO 3:


La casa Dawson era conocida por su sombría presencia, hecha de tal manera que no dejaba ver nada desde el exterior y prometía tanto misterio que en caso de ser una casa en la ciudad, sería usada como museo de alguna dinastía real al ser una infraestructura tan grande, llena de muros altos y ventanales sacados de la realeza, por lo cual era difícil pensar en el lugar como un espacio hogareño. Lucía elegante, pero le faltaba calidez.

Asher Lennox era el hermano mayor dentro del núcleo fénix de los Lennox, después de él seguía su hermana Mina, bella y delicada como una bailarina de Ballet y aunque no formaba parte sanguínea, al estar en conexión con su hermana seguía Rain, el fénix de Mina, y finalmente estaba el menor de todos los hermanos Lennox, Levi.

Sus primeros años de vida Asher los recuerda como algo muy lejano, caótico y lleno de frustración. Como en todo núcleo fénix, al momento de entrar a la Academia Evermoore, los padres daban un paso al costado y el fénix mayor entre los hermanos debía hacerse cargo. Era una tradición de independencia común dentro de los núcleos que no formaban parte de la élite. Todos sus hermanos entraron a la Academia y él comenzó a respirar para ellos, siempre velando por su bienestar. Su vida era Rain, Mina y Levi.

Los fénix eran seres independientes, aunque muy conectados a sus lazos de hermandad más no de paternidad y maternidad. Asher creció velando por la seguridad y cuidado de sus hermanos, aceptó su responsabilidad como fénix dentro de su núcleo y les dió toda la protección que pudo. Y lo seguía haciendo.

Asher entregaría su vida sin rechistar si eso significaba mantener a salvo a sus hermanos, incluyendo a Rain, quién reconoció a su hermana siendo aún tan pequeño que Asher siempre lo ha sentido parte de su familia.

Tal vez por eso Asher estaba cruzado de brazos mientras observaba a Levi, quién tenía una sonrisa tan grande y boba que si no fuera por la situación en la que se encontraban, Asher se hubiera sentido feliz también. Pero en ese momento era complicado sentirse cómplice de esa felicidad. De verdad quería sentirse feliz por Levi, pero no dejaba de pensar en la infinidad de razones por las que estar en Aselan era perjudicial para ellos.

—Entonces, ¿cómo te fue hoy? —comentó mientras se sentaba frente a Levi.

—De maravilla.

—¿Viste a la chica? —murmuró Asher alzando una ceja.

—La ví —asintió Levi—. Lucía hermosa. Me vuelve loco.

Mina chilló de emoción y se lanzó a los brazos de Levi con fuerza. Se sentía feliz de ver a su hermano tan encantado con la chica, y aunque ciertamente no entendía cómo la humana era su fénix, no iba a inmiscuirse en el tema, si Levi estaba bien y feliz, ella también. El tema en sí era muy confuso y poco claro, pero mientras Levi no estuviera en peligro, sentía que no había nada por lo cuál preocuparse.

—Quiero conocerla, ¿cuándo podré conocerla?

—No por ahora, Mina —rechistó Asher—, ya es mucho tener que aceptar que Levi se involucre con la chica.

—Se llama Lexie.

—No tiene relevancia.

—Ella es mi fénix, Asher.

Lanzando un suspiro al aire, Asher quiso contener las palabras duras que querían salir de su boca, realmente no quería herir a su pequeño hermano, pero no pudo.

—Ella no es un fénix, Levi. No sé cómo es que forma parte de tu vida, pero no es un fénix y tienes que entender la gravedad de eso.

—No seas aguafiestas, Ash —comentó Mina sonriendo— nuestro bebé reconoció a su fénix y es su destino estar juntos.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora