SANGRE #1

Capítulo 37;

CAPÍTULO 37:

—Tienes que despertar.

—Tengo que volver, necesito volver —murmuró Lexie con voz desganada.

Su corazón parecía estar apagado. Extrañaba tanto a Levi que sentía que había gastado todas sus lágrimas en las últimas horas. ¿O fueron minutos? No estaba muy segura. Solo quería volver a Aselan y llorar la pérdida de Levi y de Camila, poder tener su duelo en paz.

Estaba envuelta en un vestido de seda azul, largo con bonitos volantes en la falda y una cinta blanca apretada y ajustada a su cintura. Su cabello castaño estaba recogido en una cola alta y solo parte de su flequillo estaba suelto.

Casiopea la había llevado a esa especie de torre. Estaba alta, rodeada de muchas flores y con una vista totalmente fascinante de Vitale.

Vitale.

Estaban en Vitale. Casiopea no le daba muchas explicaciones, solo le sonreía con ternura y hablaba de un nuevo comienzo, que debía despertar y que el nuevo universo estaba listo para ella. La historia no iba a repetirse, eso había estado diciendo sin control. Lexie estaba muy confundida.

—Por favor —rogó dándose la vuelta y enfocando su mirada en Casiopea—. Ayúdame a ir a casa.

Casiopea soltó una risita.

—Ésta es tu casa, mi niña —sonrió—. Te contaré el motivo de tu visita.

Lexie puso los ojos en blanco. Historias. Todo el mundo parecía saber historias sobre ella y sus movimientos. Siempre era la última en enterarse de sus raíces, de su sentir y de su mundo.

Tomó asiento en la cama alta y de seda blanca que Casiopea le había indicado estaba dispuesta para ella.

—Si deseas irte después de oír la historia. Tendrás la libertad de hacerlo.

—Bien.

—Primero debes recordar que tú destino es único. Existes porque solo tú tienes el poder de destruir mundos y crear nuevos.

Lexie se mantuvo en silencio ante eso. Era aterrador de escuchar. El poder de destruir mundos y crear nuevos, ella no quería eso. No quería tener un poder tan destructivo, solo quería conocer la magia que estaba en su interior, aprender a usarla al lado de Levi y vivir sus días llenos de paz.

—¿Sabés que existen varios universos que dividen nuestra alma?

Un temblor recorrió su cuerpo. Claro que lo sabía.

—Lo sé. Innie me comentó.

—Innie —chasqueó Casiopea—. Demasiado talentosa para haber sido enviada al exilio.

—¿Tú estabas en ese momento?

—Claro —asintió—. Innie mantenía una relación con Ava Field, de la Élite del Sol. Al ser una heredera, la señorita Field no puede mantener relación con alguien que esté debajo de su estatus.

La sorpresa invadió a Lexie, eso no se lo esperaba. Claro que Innie le había contado detalles de su exilio, pero nunca había mencionado quién era esa persona. Eso explicaba la actitud de ambas cuando estaban juntas. Habían estado enamoradas. Innie seguía resentida y por eso mantenía esa actitud tan borde hacía Ava.

—Dado que ya conoces sobre los universos, te contaré la historia de Aselan —dijo Casiopea.

—¿Aselan? ¿Mi pequeño pueblo Aselan? —murmuró con confusión Lexie.