Capítulo 36;

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CAPÍTULO 36:


El agua estaba absurdamente fría, un golpe de dolor en su piel le hizo rechinar los dientes. Era de noche, no tenía idea de qué hora debía ser, pero sentía una lentitud terrible en sus movimientos y en el cambio de todo mientras se esforzaba por llegar a Levi.

Mientras más se adentraba en el agua, más le costaba moverse y llegar hasta donde se encontraba Levi. Se sentía metida en esas arenas movedizas. No tenía resultados. Todo su cuerpo pesaba y cada movimiento parecía estar ralentizado.

—El amor hace que seamos tan tontos e ingenuos —se burló Dex mientras la miraba moverse con desesperación—. Tan bonita y tan tonta, corriendo a salvar al fénix.

—¡Levi! —llamó ignorando todo su entorno.

Le ardía la garganta, no estaba segura si había estado gritando mucho o poco.

La primera visión que tuvo del cuerpo de Levi fue aterradora, estaba morado y sus ojos cerrados fuertemente. No había rastro de sangre en su cuerpo, pero tampoco de vida o movimiento. Parecía inerte, ahí flotando en el agua como si nada más pudiera hacer.

—Tú no, Levi —sollozó—, no puedes irte de mi lado.

Estiró sus manos con desesperación de tocarlo, un halo de esperanza en su corazón de que él tomara su mano también.

Cuando por fin pudo tocar el cuerpo de Levi, sintió su mundo venirse abajo al verlo evaporarse entre sus manos. Simplemente un humo caliente comenzó a salir del lugar donde estaba y luego no había nada. La desesperación comenzó a formarse en su garganta. Solo había sido un efímero toque y lo perdió.

"Eres mi lugar seguro, Lexie"

Un grito salió de su garganta con fuerza, el dolor, el terror y la furia de Lux y de ella misma controlando su cuerpo.

—No, no, no —el susurro de su voz era lastimero mientras chapoteaba con fuerza buscando a Levi—. Por favor, no me dejes. Vuelve —sollozó—. No puedo perderte a ti también, no puedo —un grito salió desgarrado de su garganta cuando toda el agua a su alrededor se volvió carmesí—, ¡Prometiste no irte, lo prometiste!

No estaba. Simplemente se había esfumado.

Un sollozo salió ahogado de entre sus labios, su pecho dolía y estaba desconectada de todo su entorno. No entendía por qué estaba pasando eso. Ella no había pedido esa gema, no había pedido ser mágica, solo quería volver a tener su vida normal y alejarse de las constantes emociones de dolor y miedo que surcaban su vida.

Sin embargo, todo quedó relegado cuando un estallido de luz hizo que su atención se centrara en Clare, quién movía sus manos alrededor de todo el lugar, las hojas de los árboles revoloteaban con fuerza, el agua comenzó a temblar como si de un sismo se tratara, pero nada preparó a Lexie para el dolor candente que quemó su cuerpo cuando su collar se alzó y comenzó a brillar a la par de Clare. Era como sentir que su piel se despegaba a carne viva, cuchillos perforaban su cuerpo repetidamente y cada segundo solo era peor.

Fuego.

Todo dentro de ella era una especie de fuego invisible que la consumía con la intensidad de la furia que había en su interior.

Lexie pensaba que era conocedora del miedo y del dolor. Pero no había conocido nada hasta ese momento.

Sentía que un fuego crecía desde dentro de ella. Quemaba con tanta intensidad que era imposible respirar. Las lágrimas bajaban calientes por sus mejillas, escuchaba los gritos que salían ensordecedores de su garganta pero al mismo tiempo, era incapaz de percibir que estaban saliendo. Dolía. Ardía.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora