CAPÍTULO 8:
El cielo pintaba de colores claros reflejando el atardecer en colores entre rosa, morado y anaranjado. Había muchas nubes blancas adornando el cielo, parecía un paisaje digno de retratar y reservar por siempre en la memoria, sin embargo, Dex nunca se había detenido a mirar por mucho tiempo el crepúsculo. No recordaba ser un gran observador del cielo y sus cambios, pero en ese momento parecía ser lo único a lo que podía prestarle atención.
Como si su mente bloqueara el resto de pensamientos, solo enfocado en lo bonito del cielo esa tarde.
—¿Qué estás haciendo, Dex? —susurró para sí mismo.
Volvió a mirar el cielo. Tampoco solía ser un admirador de la naturaleza, le gustaban más los detalles clásicos y de la realeza, eso sí lograba captar toda su atención.
Pero era sorprendente la cantidad de naturaleza que abundaba en ese lugar que lo vió nacer y crecer, que lo formó hace tantos años. Vitale era un lugar de no muy gratos recuerdos, sin embargo.
Arrugó la nariz.
Estar en Vitale le ponía los pelos de punta, ni siquiera un fénix tan antiguo y lleno de conocimientos como él era capaz de sentirse en total comodidad en el epicentro de la magia de las hijas del sol. Las brujas vivían en un lugar lleno de naturaleza, torres y mucho encanto engañoso. Y aunque como fénix contaba con magia en su interior, era una magia tan opuesta a la de las brujas que parecía ser un choque electrizante estar rodeado de ellas.
Como un golpe de fuerza gravitante entre su magia y la de Vitale. Tal vez se debía a la cantidad de años que tenían sin estar en Vitale, sin estar cerca de esa energía de pureza solar. Era casi desgastante volver ahí después de tanto tiempo.
Pero tenía cosas importantes que hacer. Cosas que no podían esperar.
Las visitas a Vitale no eran muy recurrentes en general, la élite del Sol solía ser muy recelosa con las entradas que se permitían dentro del lugar, y por supuesto él no estaba autorizado a entrar, por eso debía cuidar a dónde iba y con quién se dejaba ver. Aunque la mayoría de fénix se formaban dentro de la ciudad, en el único instituto de formación y control dispuesto para ellos, y algunos se quedaban a llevar una vida llena de paz e ignorancia, Dex se consideraba a sí mismo un líder, y no iba a vivir bajo el yugo de ninguna bruja.
Se decía a sí mismo que su poder era tan real como el de las hijas del sol... él podía controlar la mente, formar miedos y consumirlos, atrapar a las personas en encantos naturales. No iba a disculparse por ser lo que era.
La academia Evermoore instruía a las brujas y fénix de todo el mundo, eran la única entidad capacitada para dar un entrenamiento a las diferentes realidades y capacidades de cada uno. Sin embargo, permanecer eternamente en esa vida le daba náuseas, Vitale en sí no era de su absoluto agrado, pero si no quería ser llevado al Telón era mejor poner una sonrisa amable y pasar desapercibido durante su pequeña visita.
Y aún más cuando su visita no era de turismo... o cosas aprobadas por la ley de Vitale.
Buscar a la bruja indicada era un trabajo difícil, dado que era extraño encontrar una bruja lo suficientemente desviada para querer ayudar a un fénix con su historial y algo le decía que comenzar a buscar en Vitale no era el mejor punto de partida, pero estaba ciertamente desesperado y necesitaba saber si podría lograr su cometido a largo plazo.
Mientras Ailee se encargaba de la parte más pequeña del plan, él debía encabezar todos los hilos que crearían el momento perfecto para su deseo egoísta. La gema era el primer eslabón de todo lo que necesitaba hacer; tenía que enmendar su error y no podía esperar para cumplir con su cometido.
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SANGRE #1
Fantasy"Entre secretos del pasado, una conexión inevitable y el deseo de saberlo todo, Lexie descubre que no todos son buenos, y que de su lado están los malos". Todos los derechos de esta historia me pertenecen, por lo tanto, no se aceptan copia ni adapt...