Capítulo 22;

7 3 3
                                    

CAPÍTULO 22:


Adem, ¿Me escuchas?

Un silencio tenso fue su respuesta, sus pasos se sentían livianos mientras entraba más y más en la habitación. Soltó un grito agudo cuando sus ojos se percataron del dibujo pintado en sangre del suelo.

Ella sabía lo que era, lo había visto muchas veces antes pero aún así se sentía como algo borroso y bloqueado.

Un círculo perfectamente tallado que se rompía en 5 líneas.

Un jadeó salió de sus labios. Ya lo recordaba. Era el llamado a la constelación entera de Casiopea. Dió un paso atrás ante el miedo, llamar a la tierra a una constelación con un tallado no podía traer nada bueno.

Alzó la mirada dispuesta a irse, pero entonces la vió. Vestida con seda blanca, ojos completamente negros y piel negra, Adem tenía su cabello negro revoloteando mientras que su rostro solo expresaba terror al mirarla.

—Aún estás a tiempo —susurró.

—¿A tiempo para qué?

—Se acerca, tienes que irte.

—¿Quién se acerca? —cuestionó con pánico—. Adem, ayúdame por favor.

—Hermana —susurró—. Tienes que irte. Ahora.

—¡No entiendo!

—Corre, Lexie. O va alcanzarte.

Sus sentidos comenzaron a agudizarse a medida que la inconsciencia la soltaba y le permitía abrir los ojos. Pero le pesaban lo suficiente como para no querer abrirlos. Se concentró en escuchar ruidos a su alrededor, no recordaba mucho y no sabía qué estaba sucediendo, dónde estaba o si debía asustarse.

Ese extraño sueño tenía su corazón latiendo veloz. ¿Quién era Adem? ¿Y qué intentaba decirle? Abrió los ojos con pereza y esperó un segundo para reconocer su entorno.

Lo primero de lo que pudo percatarse fue de que estaba acostada sobre algo suave. Su cabeza descansaba sobre una almohada y no había ni una pizca de frío en su cuerpo.

Inicialmente todo parecía silencioso, como si no hubiera nadie con ella. Pero entonces escuchó una respiración cerca. Fue casi imperceptible. Extrañamente no sintió miedo, alguna parte dentro de ella reconoció a Levi cerca y supo que estaba segura.

Siempre que Levi estuviera a su alrededor, tenía la certeza de que nada iba a pasarle. No cuando él había logrado la manera de revivirla y arriesgar el mundo entero por ella.

Entonces lo recordó.

Y sinceramente deseó no hacerlo.

Mantuvo los ojos cerrados unos segundos, sintiendo un ardor crecer en su pecho y una sensación de asfixia quemando sus pulmones. Le dolía respirar.

Al instante que abrió los ojos, las lágrimas rodaron sobre su rostro, drenando el cansancio mental y la incertidumbre de toda la situación. Agradecía que hayan sido sinceros con ella, y que se hubieran tomado el tiempo de abrirle la mente y revelar la historia de su vida que desconocía, pero había sido tanto en tan poco tiempo que estaba segura de que colapsaría si escuchaba algo más.

El llanto dejó de ser silencioso en el transcurso de los segundos, pequeños sollozos saliendo de su garganta hasta convertirse en gritos bajos llenos de terror y confusión.

Una bruja, un fénix. Todo estaba dentro de ella. Vivió en mentiras en su vida pasada, escondiendo partes de sí misma y no podía decir con certeza cómo se sentía eso. Sonaba tan extraño decir que había tenido otra vida, literalmente.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora