CAPÍTULO 25:
—¿Es usted el padre Brais?
Curioso, el padre Brais se giró y dejó la estola morada que estaba en sus manos sobre el perchero. Miró a su alrededor pensando cómo esa mujer había llegado hasta esa parte de la capilla, sin embargo, sonrió con amabilidad.
—Ese soy yo.
—Que alegría encontrarle —sonrió la mujer—. Es el mejor elemento para el ritual.
Alzando las cejas, el padre Brais ladeó la cabeza.
—¿Ritual?
—Sí —suspiró—. Verá, por años he equilibrado las cosas en el universo para que todo funcione a mí favor. Y finalmente, ha llegado el momento de completar todo aquello que deseo. Despertar a mis tres hijas restantes.
El padre Brais dió un paso hacía atrás, un extraño frío recorriendo su piel y subiendo por su garganta. Había algo extraño en esa mujer, en su manera tan hipnotizante de hablar y mover los labios.
—Me temo que no soy muy partidario de los rituales, mi señora —intentó sonar amable.
—Eso lo sé —se encogió de hombros—. Necesito 5 almas puras, 5 almas corruptas y 5 lágrimas de sangre.
Bruja. Fue lo primero que pensó el padre antes de darse la vuelta e intentar salir corriendo en dirección a la calle. Sus pasos se sentían como plomo y le costaba respirar, no podía moverse y su corazón comenzaba a arder.
Sentía miedo ante esa mujer.
—Volveré por su ayuda, padre Brais —la mujer sonrió desde su lugar—. Pronto todo estará hecho. Que tenga un buen día.
— ☪ —
Al entrar nuevamente a Evermoore, el silencio sepulcral del lugar le erizó la piel. No le gustaba hacerse el interesante, normalmente no prestaba atención a cosas tan banales como un lugar silencioso. En ese momento, sin embargo, se sentía como un peso anclado en su pecho, quizás por todos los secuestros en niños fénix o quizás solo estaba perdiendo la cabeza.
Hace mucho no participaba activamente en alguna función como guardián fénix, había dejado atrás la división desde lo sucedido con Lexie, dedicó todo su espacio y tiempo a velar por ella y su seguridad durante todos esos años. No recordaba las sensaciones que era ser parte de eso.
No habían encontrado al niño. No había rastro de nada, ni de su esencia ni de sus pasos. Era como si se hubiera evaporado de la tierra. Levi no quiso pensar en lo que estaban haciendo como para apagar la esencia de una fénix al punto de no sentirse más. Sintió ganas de vomitar ante la idea.
Suspiró agotado, lleno de confusiones y mucho miedo. Solo deseaba estar abrazado a Lexie y sentir que solo eran ellos dos en el mundo. Paralizar ese momento y ser tan egoístas como para quedarse solo así: abrazados y juntos.
La noche que conoció a Lux, aquella hace tantos días atrás, había estado en una misión encubierta dentro de la fiesta. Era la única razón por la que se le había permitido entrar a una fiesta élite. Él era un fénix común, sin rasgos aparentemente impresionantes y sin linaje "puro", o alguna tontería así que profesaba la élite del sol. Era de los pocos fénix en todas las generaciones que había entrado en la división 11 incluso antes de terminar su etapa escolar.
Él era el mejor guardián que había pisado su mundo.
Y se moría de ganas por dejar salir toda la furia que estaba consumiendo su cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
SANGRE #1
Fantasy"Entre secretos del pasado, una conexión inevitable y el deseo de saberlo todo, Lexie descubre que no todos son buenos, y que de su lado están los malos". Todos los derechos de esta historia me pertenecen, por lo tanto, no se aceptan copia ni adapt...