CAPÍTULO 26:
2020.
Aselan era una tierra pequeña. Un pueblucho lleno de historias que los adultos mayores contaban a los más pequeños, habían existido misterios dentro de su bosque que causaban intriga en los habitantes. Pero como un pacto silencioso, todos apartaban la mirada y olvidaban lo extraño.
Tal vez por eso se decía que las personas podían entrar a Aselan, pero no salir de ahí.
Los hermanos Queen, ambos nacidos en Londres y amantes de las aventuras, habían escuchado una vieja noticia sobre aquel lugar que no aparecía en los mapas mientras tomaban café en noche de invierno. Eran mellizos, reporteros locales de la ciudad y con mucha vida para embarcarse en una búsqueda de un pueblo embrujado, como habían decidido nombrarle. Les había tomado mucho tiempo encontrar Aselan.
No solo por su falta de ubicación en redes o la manera en la que la chica de la aerolínea les miró, sino porque después de varios días viajando por carretera, como una señal del destino, vieron el letrero que anunciaba el pueblo.
"Bienvenidos a Aselan"
Stephan Queen describió la primera vista del lugar como algo encantador. Pasando Luisiana, un pueblo seguido de New Orleans, se encontraron con un campo pequeño, lleno de un montón de flores de colores. Era esa clase de lugar al que todo el mundo quisiera entrar y tocar, observar y fotografiar.
Ese campo de flores era la entrada para Aselan.
Seguido había un bosque, uno de árboles muy grandes y altos, frondosos y de colores verdes de distintas tonalidades. Era algo bonito, pensó Stephan, pero dentro hacía tanto frío que quiso salir corriendo. El camino para llegar al pueblo estaba marcado dentro del pueblo, era totalmente evidente que ese era el paso y el camino correcto. Y media hora después, ambos hermanos habían llegado a la belleza natural que era Aselan.
Henry, el otro mellizo, se sintió maravillado con la vista. Todo era precioso.
Y así pasaron dos días en el pueblo. Hicieron reportajes, probaron el pan con dulce de piña, conocieron varios habitantes y dieron todo de sí mismos para encontrar ese embrujo que habían pensado que había dentro de Aselan, pero todo era normal. Bonito. Encantador.
Sin embargo, todo comenzó a tornarse extraño cuando decidieron que era momento de partir. Entraron al bosque a plena luz del día, caminaron entre los árboles haciendo bromas y comentando cosas curiosas del pueblo.
Pero les tomó cierto tiempo notar que no estaban siguiendo ningún camino.
Ese pequeño camino que estaba tan marcado cuando entraron, no existía a la salida.
Lo que había pensado que sería media hora de camino, se convirtió en todo el día. Ambos estuvieron deambulando sin rumbo por todo el bosque. Sus pies cansados y su mente preguntándose cómo habían terminado así.
Cuando la noche cayó, el primero en sentir algo diferente fue Henry, quién le dijo a su hermano que había escuchado la risa de alguien. Stephan le dijo que quizás estaba cansado, pero que solo estaban ellos en el bosque.
Para sorpresa de ambos, no era así.
La tierra de todo aquello que está maldito y esconde secretos los había atrapado, la concentración de magia que habitaba en Aselan bloqueaba todo tipo de salida. Porque había cosas que no debían ser dichas y que era mejor no conocer, pero los hermanos Queen no sabían eso. No tenían cómo saber que esa búsqueda que comenzó siendo una aventura, se convertiría en la prisión que los encerró hasta enloquecer.
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SANGRE #1
Fantasy"Entre secretos del pasado, una conexión inevitable y el deseo de saberlo todo, Lexie descubre que no todos son buenos, y que de su lado están los malos". Todos los derechos de esta historia me pertenecen, por lo tanto, no se aceptan copia ni adapt...