Capítulo 5;

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CAPÍTULO 5:


Lexie se colocó los auriculares de manera disimulada mientras escuchaba a su profesor de bordado hablar de alguna experiencia personal que no tenía nada que ver con la clase en sí. Aburrido. Era como un pase directo para dejar de prestar atención a la clase.

No entendía cómo el profesor Henry había terminado hablando sobre su calvicie, pero no le interesaba mucho, miró un poco su aspecto desaliñado y sonrió, siempre le había dado gracia lo torpe y hablador que era su profesor. Para ser un hombre de 45 años, parecía tener un alma de alguien con 80 años.

El salón estaba sumido en silencio mientras algunos dormitaban un poco y otros prestaban atención a la anécdota de la calvicie, las cortinas corridas permitiendo que las nubes oscuras se mostraran detrás de la luz diurna.

Lanzó una mirada a su costado, justo al siento al lado de ella, así como había hecho desde hace una semana. Levi había dejado de asistir a la universidad, y aunque Lexie no se consideraba el centro del mundo, su instinto le decía que todo se debía a esa tarde en el lago, tal vez porque Levi había insistido en que era mejor salir del bosque esa tarde debido al animal... o simplemente porque el día siguiente faltó a clases, y los días que le siguieron también.

Reconocía ser una persona curiosa, tal vez demasiado para su propio bien y era mejor dejar de pensar que había hecho o dicho algo que lastimó a Levi. Pero ella era Lexie Wilson, y sobrepensar todas las cosas de su vida parecía ser su mejor actividad.

El día transcurrió sin mayor evento, Camila había estado hablando sin parar sobre la chica linda de una película francesa que vió la noche anterior, pero Lexie no fue capaz de concentrarse del todo en la situación y es preciosa, lo juro, creo que estoy enamorada.

Ciertamente se sintió una basura de amiga, pero su mente no quería colaborar y supo que ese no iba a ser su mejor día. Ni un poco.

Y como si la vida no le hubiera dado suficiente por ese día con la mente en todos lados menos en su realidad, Lexie vió a Mina Lennox al otro lado de la acera, como siempre su presencia destacaba por encima de todo y parecía ser un cisne con cada paso que daba, en otra ocasión se hubiera quedado observando desde lejos, pero ese no era su día y Lexie hacía muchas cosas estúpidas.

—¡Mina! —llamó mientras cruzaba la calle—. Hola.

Estar frente a Mina Lennox era una novedad para ella, nunca se habían cruzado antes y no tendrían por qué. Había escuchado de Camila, que parecía estar al tanto de cada cosa que sucedía en el pueblo, que Mina Lennox había entrado al programa de Física Cuántica. ¿Quién estudiaba física cuántica y lucía tan genial?

Mina se detuvo y le regaló una sonrisa. Sus ojos ámbar lucían brillantes con el reflejo del sol. Llevaba un vestido corto hasta la altura de las rodillas color azul cielo y una cola alta en su cabello castaño.

—¿Sí, Lexie?

Lexie se sintió nerviosa por un segundo, incluso su voz era preciosa, un tono bajo y suave como la seda, y no dudaba de que Mina podría conseguir todo lo que quisiera solo con una sonrisa y esa voz. Era sencillamente encantadora.

—¿Lexie? —repitió Mina, acercándose un poco más a Lexie y a su estado de mudez.

—Sí, claro —sacudió la cabeza—, tengo un trabajo de la universidad con Levi y estoy un poco preocupada por su ausencia —Mintió. Solo quería calmar su ansiedad de sentir que ella era el problema.

Mina sonrió.

—Ha estado un poco resfriado —dijo—, si quieres me acompañas a casa y puedes hablar con él.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora