Capítulo 13;

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CAPÍTULO 13:


Kim estaba ansioso. Sentía la bilis arraigada en su garganta lista para ser expulsada. No sabía con exactitud cuántos días habían pasado desde que fue atrapado por los locos del bosque. Nadie le había visto aún; lo metieron en una celda de barrotes brillantes en color oro que inhiben a su fénix.

Sin embargo, eso era lo de menos. Porque cuando puso un pie en esa casa, sintió esa esencia fuerte, cítrica y con olor a madera que lo puso casi a babear. Su fénix destinado.

Durante su vida nunca se había preocupado por eso. Provenía de una familia de fénix adinerada y poderosa, lo único que tenía que hacer era lucir lindo y tener la última tendencia en moda. Era perfecto para él.

Ahora, sin embargo, no sabía qué decir o cómo actuar.

—Eres un Winchester —se dijo en voz baja—. Puedes tener el mundo a tus pies. Un fénix no va a cambiar eso.

Su corazón se puso alerta al determinar pasos suaves a la distancia que se acercaban a su dirección. Su fénix estaba dormido en ese momento debido a los barrotes. Así que no podía saber quién era exactamente su fénix hasta que él saliera de dentro de los barrotes. Al menos estaba seguro de que esos dos brutos que se había encontrado no eran, por suerte. La chica había dañado su pantalón de edición limitada de la colección verano de Gucci.

—Winchester de los Winchester del Sur, eh.

Kim alzó la mirada a las dos figuras que estaban frente a su celda. Uno de ellos era el que había estado en el bosque. El otro era alto y de espalda ancha, con un cabello largo hasta los hombros castaño opaco y nariz afilada. Todo en él parecía bastante... grande y fuerte.

Era bastante diferente al chico del bosque, se dijo. Mientras el muchacho de cabello largo expresaba fuerza en todos lados, el otro parecía ser alguien con la energía femenina enlazada a la masculina de manera nivelada. Tenía cabello negro con leves ondulaciones y corto, un undercut le daba un toque misterioso, nariz pequeña y recta, mandíbula afilada y ojos brillantes; todo en él era delgado y alto como un poste, sin embargo, exudaba una especie de vibra juguetona/peligrosa que le llamaba la atención.

—Vaya, hasta que alguien se digna a venir —dijo cruzando sus brazos—. Ésto es un delito y mi abogada va a enterarse.

—Los fénix no tenemos abogados.

—Los de clase, como yo, tenemos uno.

—Bien. Yo soy Asher —dijo el de cabello largo—. Él es mi hermano pequeño Levi.

Levi puso los ojos en blanco.

—¿No podías decir solo hermano?

—Eres mi hermano pequeño —Asher se encogió de hombros.

—No me interesa su historia familiar. Quiero salir de aquí.

—Dinos por qué has estado dejando tan en evidencia las pesadillas, primero.

Kim alzó una ceja.

—No he hecho nada —bufó—. Estaba dando un paseo en Praga y de la nada, una corriente cubrió mi cuerpo y al segundo siguiente, estaba en ese bosque lleno de mosquitos horribles.

—¿Solo apareciste aquí y ya? —Asher se cruzó de brazos.

—Sí, grandote —rodó los ojos—. Es eso lo que he dicho.

—Se han reportado 12 pesadillas avanzadas dentro del pueblo en menos de una semana y media —comentó Levi—. Nosotros somos los únicos fénix que estamos radicados aquí en el pueblo y no hemos sido.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora