Capítulo 7;

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CAPÍTULO 7:


La primera punzada de dolor en su pecho fue el indicativo de que algo estaba sucediendo, sin embargo, fue el grito desgarrador de Lexie lo que le hizo sacar toda la energía almacenada de su cuerpo para ir por ella.

Había tenido un apagón en su fénix. No lo podía culpar, había estado buscando incansablemente al fénix que sintió el día del lago si alimentarse o sin estar cerca de Lexie, toda su energía se desplomó ante ese descuido de su parte, reponerse sin embargo, no era tan fácil cuando no tenía ni lo uno ni lo otro. Su cuerpo no soportaba una ilusión para alimentarse, y estando lejos de Lexie, no tenía manera de recargar su energía.

Un fénix destinado era tan poderoso como eso, poder recargar de energía al otro solo con su presencia.

Y quizás fue el destino, su madre o el universo quién jugó a su favor ese día que Lexie decidió aparecerse y llenarlo de su esencia durante esas horas; de lo contrario no habría podido levantarse en ese momento.

Y escucharla gritar así, con ese tono desgarrado y voz débil no era algo que iba a dejar pasar. Quemaría a la persona que la hizo sentir así sin dudarlo.

Sintió su corazón detenerse en el segundo en que sus ojos se percataron del cuerpo inconsciente de Lexie tirado sobre un sofá. Asher estaba parado detrás del sillón con el ceño fruncido y los brazos cruzados, Mina acariciaba el cabello de Lexie.

Instintivamente miró a Asher.

—¿Qué le hiciste? —rugió con voz furiosa acercándose a Lexie, ocupando la tarea que Mina había estado haciendo.

Asher rodó los ojos con fastidio y chasqueó la lengua antes de responder.

—Nada —dijo—, pero sí quisiera saber qué le hiciste tú, Levi.

Levi lo miró unos segundos. Sus ojos brillando fuertemente en dorado y el fuego ofuscado en sus venas. Era como almacenar el fuego más letal en su cuerpo.

—¿Qué?

—Su collar —se limitó a decir Asher.

—¿Qué tiene?

—Tu esencia, eso está claro —se lamió los labios—. ¿Qué no me estás diciendo, Levi Lennox?

Arrugando la nariz, Levi sacudió la cabeza.

—No sé de qué hablas.

—No voy a preguntar lo mismo dos veces.

—No lo hagas —Levi se encogió de hombros—. No tengo nada para decir, de igual manera.

Asher presionó los labios guardando para sí todo lo que quería decir, su genio estaba rozando sus límites y Levi no ayudaba a que mantuviera el control. Estaba comenzando a desesperarse.

—¿Levi? —la voz de Lexie en un murmullo interrumpió la conversación, sus ojos estaban entrecerrados y parecía estar confundida.

Levi posó una mano en su cuello y le ayudó a levantar la cabeza.

—Aquí estoy, cariño —murmuró en respuesta, su voz baja y ansiosa sin tener ni idea de por qué se había desmayado—, ¿cómo te sientes?

Lexie parpadeó varias veces antes de poder responder.

—Mi cabeza duele.

Levi observó el rostro de Lexie, estaba algo pálida y sus labios lucían rotos, como si no estuviera hidratada. Suspiró sin quitar sus ojos de ella.

SANGRE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora