CAPÍTULO 15

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Yoongi


Una barrita de chocolate apareció frente a mis narices. Estaba decidido a ignorarlo, ya le había dicho a Jin no se cuantas veces que no quería comer nada. Llevaba cuatro días con el estómago completamente cerrado, los mismos que Nei llevaba tumbada en esa cama. Pero cuando no reconocí la mano que me tendía el snack, alcé la vista de mi libreta.

Un hombre, de unos cincuenta años, estaba parado frente a mí. Un espeso cabello negro corona a su chato rostro y bajo una ancha nariz se extendía una sonrisa de labios finos. Iba vestido con un pantalón de lino y una camisa blanca. No lo había visto antes, no tenía ni la más remota idea de quién era y qué hacía en la habitación de Nei. ¿Por qué el guardaespaldas apostado en la puerta le había dejado entrar?. Entonces caí en la cuenta. Me puse de inmediato de pie y le hice una reverencia mientras aceptaba con ambas manos la chocolatina. Debía ser el padre de Nei.

Deberías comer, muchacho - dijo con una profunda voz que me recordó a la de mi padre . Sé lo duro que es el mundo en el que os movéis y debéis alimentaros bien si no queréis caer enfermos.

Le tendió otra chocolatina a Kookie antes de encaminarse hacia la butaca en la que su hijo estaba echando una cabezada. Björn nos había dicho que su padre visitaba el hospital cada día, pero hasta ahora no habíamos coincidido con él, pues al parecer intentaba llegar cuando había menos prensa y gente amontonada en la puerta. Kim Seokjoon. No quería tener nada que ver con "el mundo en el que nos movíamos" y ese era el motivo principal por el que muy poca gente lo conocía, pues Nei se había esforzado en mantenerlo alejado de la prensa y los paparazzi.

Kim Seokjoon no habló mucho más con nosotros. Se pasó la hora sentado junto a su hijo y charlando en voz baja y en español con su dormida hija. No sabía que Kim Seokjoon supiera hablar español, pero pensándolo bien tenía lógica. Supuse que usaba el idioma para poder comunicarse con su hija sin que nosotros nos inmiscuyeramos.

Kookie, tras un buen rato, continuó ensayando la nueva canción y yo regresé a mi libreta mientras escuchaba la suave voz del maknae. Pero de golpe, sin que ninguno de los cuatro lo esperásemos , una nueva voz comenzó a cantar.

En cuestión de un pestañeo los tres, y un adormilado Bjorn, nos plantamos alrededor de la cama con la mirada fija en el tranquilo rostro de Nei. Sus apartados estaban cerrados, al igual que habían estado durante aquellas interminables ciento dos horas. Sus largas y curvas pestañas descansaban sobre lo alto de sus pómulos y sus cejas seguían siendo el arco más dulce que había visto en mi vida. Todo parecía exactamente igual, pero nada lo era. Sus labios estaban moviéndose rápidamente y de ellos brotaban tantas palabras que no era capaz de entender ninguna, aunque tampoco hubiera sido capaz de entenderlas porque no eran en coreano. Aún así, era más que evidente que estaba cantando, más bien rapeando en un tono bajo y muy rítmico. No entendía lo que decía, pero aún así podía darme cuenta que todos los besos rimaban entre sí.

¿Que dice?.

Aparté los ojos lo justo para ver a Kookie plantado al otro lado del colchón, frente a mí, ligeramente inclinado hacia adelante. Björn estaba en la misma pose que el maknae, pero su rostro estaba pegado al de su hermana y ríos de lágrimas bajaban por sus mejillas. Fue Kim Seokjoon El que le contestó a Kookie y el temblor en su voz delató la emoción que su rostro se negaba a mostrar.

Está... Está componiendo dijo con la voz temblorosa.

Se la aclaró y comenzó a traducirnos simultáneamente lo que su hija estaba diciendo. Aunque traté, con todas mis fuerzas, terminé derramando las lágrimas que había estado reteniendo todos estos días mientras escuchaba una canción que jamás olvidaría.

Bajo el foco [Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora