Bajo el foco [Yoongi]

CAPÍTULO 30

— Al estudio de grabación.

Abrí la boca para responderle, pero ya se había marchado antes de que fuera capaz de articular la primera sílaba. Dejó la puerta abierta y gracias a eso la escuché repetir las mismas palabras estudio por estudio. Tampoco esperó a obtener ninguna respuesta del resto. Sacudí la cabeza y me puse en pie.

— Que profesional tu novia — se burló Jimin cuando pasó frente a la puerta de mi estudio en dirección al de grabación —. Ya echaba en falta que me mandase.

Le dí una colleja a modo de respuesta. El resto ya estaba dentro cuando llegamos, ocupando todo el sofá y dejando libre la única silla de escritorio que había —que justamente estaba al lado de Nei—. Les eché una mirada y, efectivamente, lo habían hecho adrede. Sacudí la cabeza y me senté.

— Vale, el tiempo se nos echa encima así que vamos a estar todo el día aquí — dijo Nei cruzando las piernas bajo su cuerpo —. Ya os he liberado las agendas para que no tengáis nada más hoy.

— ¿Puedes hacer eso? — preguntó Jin con las cejas casi tocándole el nacimiento del pelo.

— Tengo nuevos poderes — respondió Nei con una sonrisa malévola.

Apreté los labios para no sonreír. Yo ya lo sabía, por supuesto. Después de cenar en el apartamento la acompañé a su casa, donde seguimos hablando durante varias horas más antes de que, literalmente, me echase. Me había contado hasta el último detalle de su nuevo papel en la empresa y este, en resumidas cuentas, era el de jefa de departamento de jefa del departamento de producción —por lo que tenía prioridad por encima de otros departamentos—, además de haber recuperado su rol de artista. También me había repetido hasta la saciedad que en ningún momento estuvo sobre la mesa escoger entre su carrera y nosotros. Al principio me costó creerlo, pero terminé haciéndolo porque sabía que mi recelo era única y exclusivamente motivado por mis inseguridades.

— El nuevo álbum está previsto para ser publicado en noviembre, pero seguramente en octubre ya lo estaréis promocionando, por lo que tenemos... — miró a un punto de la pared mientras calculaba —, dos semanas para ultimarlo todo. Así tendréis mes y algo más para preparar el resto. ¿Que tenemos hasta ahora?.

Los ocho nos sumimos en una intensa conversación en cuestión de segundos, dejando a un lado las risas y bromas, centrados en el nuevo EP. Mientras lo hacíamos no pude evitar pensar en lo mucho que me gustaba esta faceta de Nei. Mi favorita era la que no dejaba de reírse y burlarse de nosotros, la que se quedaba hasta altas horas de la noche despierta ayudando a Jungkook con las cosas del instituto, la que disfrutaba como una niña bailando con Hobi en la sala de ensayos o teniendo charlas filosóficas con Nam; pero esta cara de ella... Me encantaba. Era seria, eficiente y con las ideas muy claras, todo eso sin perder el modo suyo tan particular para hacernos sentir como en casa.

— Ok, entonces tenemos: house of cards, autumn leaves, ma city y run, ¿no? — dijo sin dejar de morder el capuchón del bolígrafo —. Necesitaríamos tres más y algo para la intro.

— ¿Sólo serán ocho? — pregunté.

— No, nueve — dijo. Volví a contar en mi cabeza las canciones y o estaba muy dormido o no me salían las cuentas —. Añadiremos Butterfly, si te parece bien.

La noche anterior se la había enseñado mientras estábamos tumbados en el sofá de su casa. Nei había estado recostada contra mi pecho, jugueteando con mis dedos y trazando con los suyos las venas de mis manos mientras la abrazaba. Había tenido mi barbilla apoyada en su cabeza, disfrutando con los ojos cerrados del aroma a lavanda que desprendía su cabello. Había estado pensando si hacerlo o no, a fin de cuentas era la primera canción en la que ella había sido mi inspiración y me daba algo de vergüenza reconocerlo, pero después recordé que ella lo había hecho antes, así que dejé a un lado mis miedos y se la mostré. Los besos que me dió después de hacerlo no los olvidaría fácilmente, tampoco la calidez con la que me miró.

— Me parece bien si añadimos la tuya en el próximo — dije.

Era consciente de los seis pares de ojos puestos en nosotros, pero aún así no desvié la mirada de ella. La ví dudar durante unos segundos, pero al final aceptó por lo que nos pusimos a trabajar. Faltaba poco para la las once de la noche cuando terminamos, y solo lo hicimos porque Nei insistió en que nos fuéramos a casa para dormir y así seguir al día siguiente.

— ¿Y tú? — le pregunté cuando todos se marcharon a vista de que no tenía intención de levantarse.

— Voy a quedarme un rato más — dijo mientras se hacía crujir las cervicales —. Mañana Si-hyuk anunciará mi incorporación a la compañía, así que haré un directo para hablar de ello.

Me acerqué a ella y empecé a masajearle los hombros.

— ¿Estarás bien?.

Nei alzó el rostro y me dedicó una de sus radiantes sonrisas.

— Lo estaré si me haces compañía — dijo sacando su labio inferior a modo de puchero.

Me incliné y lo capturé entre mis dientes, sacándole un jadeo que me recorrió el cuerpo como una sacudida. Sonreí contra su boca y le dí un corto beso antes de separarme.

— Pues aquí me quedo.