CAPÍTULO 11

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Dios santo, ¿todos los coreanos dormían tan profundamente?.

Eran pasadas las cuatro de la madrugada y yo era la única despierta. El primero en dormirse había sido Yoongi, pero el resto fue cayendo poco a poco. Jimin había tratado de aguantar pero para cuando la tercera película llegó a la mitad, le terminó venciendo el sueño. Tae y Jin habían trepado hasta el sofá para tumbarse junto al resto, pero Yoongi seguía sentado en mi alfombra, con las manos entre los muslos y la cabeza apoyada en mi rodilla. Hacía varias horas que se me había dormido la pierna, pero no había hecho nada por apartarla por miedo a despertarlo. Si hubiera sabido que era tan difícil hacerlo, hubiera recuperado mi pierna mucho antes.

Volví a sacudir su hombro, esta vez con más fuerza. Conseguí que emitiera el primer sonido de la noche, pero siguió con los ojos cerrados y los labios ligeramente entreabiertos. Llevaba cinco minutos intentando despertarlo para que subiera al sofá. La alfombra era cálida y tenía suelo radiante, pero aún así dormir en un sofá sería mil veces más cómodo. Resoplé y lo zarandeó hasta que con un gruñido abrió un ojo.

— Sube al sofá, anda — le pedí con voz queda —. Vas a coger tortícolis.

Hizo una mueca la mar de graciosa y volvió a cerrar el ojo, ignorándome por completo. Estiré el brazo para coger el cojín más cercano, dispuesta a asfixiarlo hasta que me hiciera caso, pero me quedé con las ganas. Sin abrir los ojos se dio la vuelta y comenzó a gatear hasta, literalmente, lanzarse sobre el hueco que le había dejado en el chaise longue. No miró donde caía. Bien podría haber un lecho de pincho y él se hubiera lanzado de todas formas. Se giró de cara a mí y volvió a hacerse una bolita, metiendo su cabeza y manos entre sus piernas. En fin. Sacudí la cabeza y le cubrí el cuerpo con el otro extremo de mi manta.

La película fue avanzando y a mí poco a poco me comenzaron a pesar los párpados. La última escena que recuerdo ver fue cuando Hermione le muestra a Harry el girador del tiempo. Escuché algún que otro pedazo de película después de eso, pero la neblina comenzó a invadir mi mente. Estaba a punto de quedarme dormida cuando sentí que algo me rodeaba las piernas. Por un momento pensé que sería Duna, que habría abandonado su lugar en mi cama, pero después recordé que una vez ponía una pata en mi colchón no había quien la bajara de allí. Así que en contra de todo lo que mi cuerpo y mente gritaban, abrí los ojos lo justo para ver una cabeza de cabello rojizo sobre mi muslo. Me dormí con una sonrisa en el rostro.

No sé que hora debía ser cuando desperté a causa del calor. Lo primero de lo que fui consciente es que podía respirar, luego que, por culpa de la postura en la que me había dormido, tendría dolor de espalda durante lo que quedaba de día. Seguía sentada en el mismo lugar que cuando me dormí, pero en algún momento de la noche mi torso se había ido inclinando hacia la izquierda hasta que acabé con la cabeza apoyada en el reposabrazos. ¿La clara diferencia?. Yoongi. Su cuerpo estaba completamente pegado al mío. Sus piernas estaban entrelazadas con las mías y su mano derecha descansaba sobre mi cadera, justo en la línea de piel expuesta. Toda mi piel estaba erizada y no sabía si era por el suave contacto de sus dedos sobre mi cuerpo o por la caricia de su aliento en mi cuello. ¿Cómo narices habíamos acabado durmiendo abrazados?. Bueno, literalmente él me abrazaba a mí. Cuando el recuerdo de aquel sueño se filtró entre las neblinas de mi cerebro aún medio dormido, el estómago se me encogió. Mierda, tenía que salir de allí.

Esta vez no fui tan cuidadosa como cuando traté de despertarlo. Prácticamente salté fuera del sofá y me largué a mi habitación para darme una ducha de agua helada. Debía librarme de la extraña sensación que recorría mi cuerpo. Necesitaba alejar aquella desconocida sensación en lo más profundo de mi estómago. Yo no era así. Yo bromeaba sobre eso, pero yo no sentía eso. Yo no.

Bajo el foco [Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora