Memoria

297 26 15
                                    

Al abrir sus ojos pudo reconocer su habitación, quiso levantarse, pero en cuanto movió un pie la realidad lo golpeó... Recibió los treinta y tres latigazos de parte de su secta, recordó las caras de su tío y hermano pudo ver decepción.

Pero no era momento de lamentarse tenía que salir y buscar a Wei Ying, decirle que están planeando un asedió, decirle que él está de su lado.

Se puso su abrigo encima de lo que traía puesto, tomo a Bichen junto a WangJi, sus defensas estaban bajas y el frío lo hacía querer caer, pero él siempre fue terco así que sin importarle salió por la ventana imaginando que abría guardias en su puerta, se adentro al bosque para salir por la valla del noroeste que estos momentos no estaría vigilada.

Le sorprendió que no hubiera discípulos, le dió entender que todos se dirigían a los Tumulos Funerarios... Tenía que ser más rápido, sabía cómo aún así demoro las cicatrices empezaban a sangrar y a pasarle factura.

Sabía que los clanes irían por la secta Wen, él iría por dónde fue la última vez el camino donde Wei Ying le dió el pase completo, Yiling, tenía que admitir que el pueblo seguía igual aún así cuando empezó el camino por dónde la última vez camino junto a A-Yuan y Wei Ying estaba más muerto que antes.

La energía resentida también estaba en su contra ya que en cuanto entro lo hizo caer de rodillas, no estaba en la condición física de venir, pero se sentía mejor que todos al avanzar hacía lo correcto.

A lo lejos pudo ver a las sectas y al frente Wei Ying solo, no podía seguir tambaleándose, corrió pasando el campo de fuerza sin problema sabiendo que lo conocía.

— ¡Alto! — era la primera vez que corría y gritaba delante de todos, pudo ver qué todos lo miraban — ¡Basta! — se paró delante de Wei Ying — Por favor escúchame — el rostro del Wei estaba fruncido, enojado.

— HanGuang-Jun quiere tener el placer de matarme — ver al Lan con abrigo no era lo que esperaba en este momento — HanGuang-Jun eres igual a ellos, solo quieres llevarte el mérito — después de todo sería un honor morir en las manos de su compañero de vida.

— No — la expresión del otro cambio — No te conviertas en ellos Wei Ying — se refería a los de atrás — Vámonos — se podía escuchar su súplica.

— A Gusu — se empezó a reír por lo dicho — Veo que no has cambiado de opinión — saco su flauta, aún podía ver cómo el Lan negaba con la cabeza — Solo quieres que tú secta me castigue, solo vez lo que quieres y quieres imponerse a mi — mando una pequeña ola de energía resentida que sabía el Lan podría esquivar, pero no lo hizo es más lo mando unos metros atrás — Tu, ¿Porque no? — sus palabras fueron cortadas cuando vio la sangre en el abrigo.

— ¡Hermano! — corrió hacia el menor, estando cerca pudo ver en aquella mirada que decía alejate — ¡¿Cómo escapaste?! ¡No debiste venir! — está vez no era su hermano el que impedía acercarsele sino la energía resentida.

— ¡El Patriarca de Yiling atacó a HanGuang-Jun! — tenía que aprovechar la oportunidad para capturar al Wei — Wei WuXian debe ser castigado — pero antes que avanzarán las tunicas amarillas su supuesto enemigo hablo.

— ¿Quien te hizo eso? — sus pasos eran lentos, pero sabía que llegaría al Lan — Habla Lan Zhan antes que mate a todos — cómo es que esto estaba pasando al principio le alegro no ver a Lan Zhan entre la gente que lo quería ver muerto, ahora estaba en su delante con la espalda llena de sangre, el abrigo había caído hace un rato — ¡Te dije que hablaras! — estaba a punto de levantarlo en brazos cuando una voz familiar escucho.

— GeGe — sabía que su Xian-GeGe le había dicho que no salga de su escondite, pero escucho a su "Mamá" como él le llama escondido de todos y salió sin dudarlo — Xian-GeGe dijo que me escondiera hasta que tú vuelvas — bueno eso entendió.

Historias Mal ContadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora